Salah Abdeslam, el único sospechoso vivo de los atentados de París del pasado 13 de noviembre, ha decidido no cooperar con la justicia francesa, lo que ha provocado que sus abogados renuncien a su defensa.

El letrado belga Sven Mary y el francés Frank Berton indicaron al semanario 'Le Nouvel Observateur' que Abdeslam no ha cumplido su palabra de testificar ante los jueces, que ya no habla con ellos y que, en esas condiciones, no pueden seguir ejerciendo su defensa.

"No podemos seguir defendiendo la palabra de un hombre que calla (...) En el momento en que rechaza la estrategia de defensa que le proponemos hay que dejarlo", aseguró Mary, el abogado que le asistió desde su detención en el barrio bruselense de Molenbeek en marzo pasado, 4 meses después de los atentados que causaron en París 130 muertos.

Abdeslam ha hecho saber a los jueces que no nombrará nuevos abogados. En la fase de instrucción no los necesita, aunque sí cuando comience el juicio oral, algo que no se prevé antes de dos años.

Los letrados apuntan la supuesta dureza con la que las autoridades francesas acogieron al reo, extraditado por Bélgica en abril pasado, encarcelado en la prisión de Fleury-Mérogis, en las afueras de París, sometido a un régimen de aislamiento y filmado permanentemente gracias a una ley aprobada 'ad hoc' para permitirlo.