El alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, denominó el suceso como un "implacable golpe de violencia" en las calles de la capital sureña. "Es la cultura de violencia que ha envuelto a la ciudad durante un largo periodo de tiempo", dijo Landrieu ante los medios.

Mientras tanto, la policía divulgó unas imágenes obtenidas por una cámara de seguridad de un edificio adyacente al lugar de los hechos, en las que se puede ver a la multitud y más tarde a uno de los sospechosos que dispara contra la gente, para después salir huyendo. Sin embargo, aún no han identificado al individuo que aparece en el vídeo y buscan pistas sobre otros dos posibles tiradores que pudieran haber actuado con él.

La portavoz de la Policía de Nueva Orleans, Remi Braden, informó de que la mayoría de las víctimas sufre lesiones de poca consideración y confirmó que "la mayoría de las heridas no son mortales".

De las 19 personas heridas, diez son hombres y 7 mujeres, y además hay dos menores de edad, un niño y una niña de 10 años que se encuentran en buenas condiciones, añadió. Tres personas se encuentran en estado crítico. "Los tres pacientes en estado crítico permanecen en la unidad de cuidados intensivos y se espera que sean sometidos a más cirugías", dijo Marvin McGraw, portavoz del Hospital Público Interino de la Universidad de Luisiana, donde fueron ingresadas 11 de las víctimas, de las cuales 7 ya fueron dadas de alta.

El jefe de la Policía de Nueva Orleans, Ronal Serpas, confirmó  en rueda de prensa que la identidad de los sospechosos continúa siendo una incógnita, pero aseguró que, en colaboración con las agencias federales, averiguarán "cómo se llaman, dónde viven y a qué se dedican". "Parte de nuestra estrategia es trabajar con las agencias federales de manera diaria. (...) Ahora aún más, si cabe, estamos trabajando codo con codo durante esta investigación", insistió Serpas.

La policía considera la posibilidad de que los tres hombres actuaran juntos y utilizaran al menos dos armas diferentes. Uno de los sospechosos, el que se puede observar en las imágenes estáticas de la cámara de vigilancia, ha sido descrito por las autoridades como un hombre de entre 18 y 22 años de edad, con el pelo corto, camisa blanca y pantalones vaqueros, dijo Serpas.

El crimen violento en Nueva Orleans se ubica por encima de la media nacional, según los estudios realizados por el FBI, que rechazó que el suceso estuviera vinculado con algún tipo de acto terrorista. El programa Crimestoppers, organizado por la sociedad civil para colaborar con las fuerzas de seguridad en la lucha contra el crimen, ha doblado su recompensa a cambio de información que ayude a encontrar a los autores, ahora de 5.000 dólares.

Por su parte, la Agencia de control del Alcohol, Tabaco y las Armas (ATF, en inglés) ha ofrecido otros 5.000 dólares para aquellos que ayuden en la investigación con información útil para el caso. Serpas agradeció la colaboración ciudadana e instó a aquellos que crean que pueden tener algún dato de interés a que acudan a la comisaría de policía que encuentren más cercana. En febrero, cuatro personas resultaron heridas en un tiroteo en la puerta de un club nocturno en el barrio francés de la ciudad mientras cientos de personas se reunían durante las celebraciones del carnaval.