Activistas de la ONG han conseguido colgar su mensaje en lo alto del edificio gracias a las grúas que trabajan en la construcción del edificio, que albergará en el futuro a los líderes europeos en sus reuniones en Bruselas. El edificio, junto a la todavía sede del Consejo y frente a la Comisión Europea (CE), está dentro del perímetro de seguridad que se establece en las cumbres europeas, con gran presencia policial.

La organización ecologista dijo en un comunicado que el objetivo de su acción es denunciar que son las grandes empresas de energía de la UE las que llevan a Europa por "un peligroso camino de inseguridad energética". En su pancarta estaban impresos los logos comerciales de las grandes multinacionales de la energía.

En el texto señalan que esta cumbre, en la que la dependencia energética está en la agenda, debería "ser una oportunidad para los Gobiernos de la UE para recuperar el control del futuro de la energía comunitaria". El consejero de política energética para la UE de Greenpeace, Frederic Thoma, señaló que las fuentes de energía renovables y eficientes "pueden ayudar a la Unión a alejarse de energías peligrosas y de proveedores poco fiables como Rusia".