Después de que el Senado lo aprobara, ahora sólo falta la firma de Donald Trump, que ha dicho que lo ratificará. Esta decisión del Senado llega después de que la Cámara de Representantes, también de mayoría republicana, hiciese lo mismo hace unas semanas.

La medida había sido impulsada por Obama dentro de su plan para aumentar los controles en el acceso a armas de fuego tras la matanza de un colegio Newtown (Connecticut) de 2012, cuando fallecieron veinte niños y seis profesores.

La norma, que se calcula que afectaba a 75.000 personas, exigía que la Dirección de Seguridad Social comunicase al Gobierno federal los nombres de las personas que recibiesen ayudas con historial de enfermedades mentales para que no pudiesen comprar armas. La decisión de hoy fue aplaudida por la NRA, el principal grupo de presión a favor de las armas personales.

"El voto en el Senado supone el siguiente paso en la marcha atrás de la ofensiva extralimitación del Gobierno que caracterizó la era de Obama", declaró Chris W. Cox, director ejecutivo de la NRA, en un comunicado.

Por su parte, el senador demócrata Chris Murphy, que representa al estado de Connecticut, donde se produjo la matanza de Newtown, se mostró indignado al señalar que la normativa hoy bloqueada solo afectaba a un grupo pequeño de personas. "¿Si no puede manejar sus propios asuntos financieros, cómo podemos esperar que pueda ser el propietario responsable de un arma de fuego legal y peligrosa?", sostuvo en su intervención antes de votar "no" a la propuesta.

Las organizaciones a favor del control al acceso de armas también expresaron su rechazo. "No se equivoquen, este voto realmente trataba de aumentar el conjunto de posibles clientes de la industria de armas, a costa de aquellos en peligro de hacerse daño a sí mismos o a otros", dijo Dan Gross, presidente de la Brady Campaign para prevenir la violencia de armas.