El vicepresidente segundo del Congreso español, Javier Barrero, de viaje en El Salvador, está haciendo todas las gestiones posibles para salvar a Beatriz.

Esta mujer está embarazada, su bebé morirá nada más nacer pero las leyes de su país la prohíben abortar. Este diputado socialista ha pedido a la Corte Constitucional que haga una excepción con su caso.

Las muestras de apoyo a Beatriz no cesan. Y ahora, a las activistas salvadoreñas, organizaciones internacionales y movimientos feministas se suma el también el PSOE.

Un grupo de diputados socialistas, de la delegación del Congreso que está de viaje en el país, está tratando de intermediar para que la joven pueda abortar.

Javier Barrero, vicepresidente segundo del Congreso, está manteniendo contacto con las autoridades salvadoreñas. Dice que comparten su preocupación, pero que todo está en manos de los Tribunales.

Antes del viaje, el PSOE intentó que los demás grupos parlamentarios se sumasen a la iniciativa de apoyo a Beatriz, pero el presidente de la cámara, Jesús Posada, rechazó la propuesta.

La versión oficial es que Posada no puede imponer una posición a toda la delegación, sino que tiene que haber acuerdo entre los grupos.

Fuentes del Partido Popular aseguran, además, que aunque en España la ley ampararía a Beatriz, en El Salvador no está permitido el aborto terapéutico y su postura es que hay que respetar las leyes.

Beatriz pide desesperadamente que la dejen abortar. Está embarazada de 22 semanas de un bebé que, según los médicos, no sobrevivirá al parto.

Y aunque corre riesgo de muerte, en El Salvador el aborto está prohibido y penado con hasta 50 años de cárcel. Por eso, su caso ha conmocionado a medio mundo.

Ahora habrá que esperar al fallo del Tribunal, que podría llegar demasiado tarde. Algo que no parece importar a los grupos antiabortistas, ni tampoco a la Iglesia que, fieles a sus posturas, siguen defendiendo que la joven debe continuar con el embarazo ya que el aborto es un crimen.