Murieron seis personas
Los buzos recuperan el rotor del helicóptero estrellado en Nueva York en el que murió una familia española
¿Por qué es importante? Estas piezas podrían ser cruciales en la investigación de las autoridades para esclarecer las causas del accidente, que aún se desconocen.

Resumen IA supervisado
Los buzos que investigan el accidente de helicóptero en el río Hudson, Nueva York, han recuperado partes cruciales del rotor, esenciales para la investigación. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) ha desplegado un equipo para determinar las causas del accidente que causó la muerte de una familia española y el piloto estadounidense. Se manejan hipótesis como la presencia de aves o la falta de combustible, ya que el piloto, Seankese 'Sean' Johnson, había alertado sobre esto. El helicóptero carecía de sistemas de grabación, complicando la investigación. El alcalde de Nueva York y familiares rindieron homenaje a las víctimas.
* Resumen supervisado por periodistas.
Los buzos que rastrean el río Hudson, en Nueva York, donde se produjo el fatal accidente de helicóptero que causó la muerte de una familia española y el piloto estadounidense, han conseguido hallar los restos del rotor y lo que parecen ser dos palasde la aeronave el rotor y de la aeronave, piezas que podrían ser cruciales en la investigación de las autoridades. Los buzos han conseguido extraer los restos hasta una embarcación pequeña, de grandes dimensiones, que después ha sido transportada a una embarcación mayor por medio de una grúa.
El rotor es el componente más esencial de un helicóptero, y está formado por las palas que giran, conectadas a una pieza central llamada buje. En las imágenes del accidente se aprecia cómo el rotor sigue girando en el aire mientras el helicóptero cae al agua. Los buzos han trabajado desde el primer momento del accidente: en total, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), responsable de la investigación del suceso, desplegó el viernes un equipo de 17 profesionales, recoge EFE.
La investigación del espectacular siniestro sigue en curso y se desconocen todavía las causas por las que el helicóptero se precipitó el pasado jueves contra el río Hudson, situado entre Nueva York y Jersey City. La NTSB informó el viernes de que se barajan varias hipótesis pero que por ahora tratan de "evitar la especulación". Por un lado, los investigadores se encuentran analizando varios informes de testigos que han señalado haber visto algunas bandadas de pájaros en el momento del accidente, pudiendo haber sido las causantes. Por otro lado, también se conoce que el piloto Johnson había avisado minutos antes que se estaba quedando sin combustible, siendo también otra opción. Además, se ha apuntado que Johnson tenía 788 horas de vuelo total, pero desconoce cuántas en el helicóptero Bell accidentado.
Además, las autoridades indicaron este domingo que el helicóptero no contaba con sistemas de grabación del vuelo ni con cámaras y detalló que sus investigadores han comenzado a evaluar el sistema de control de vuelo del helicóptero. La impactante caída de la aeronave al agua, en la que se pudo ver cómo perdía partes de su fuselaje en el aire, se produjo en torno a las 15:15 hora local (19:15 GMT) del jueves y provocó la movilización de los buzos del cuerpo de bomberos, así como de la Policía de Nueva York y de la vecina Jersey City, que sacaron del río a las víctimas y la aeronave siniestrada.
Una familia española
Los pasajeros fallecidos son el directivo de Siemens Agustín Escobar, Mercè Camprubí Montal, directiva de la misma compañía, y sus tres hijos de cuatro, cinco y 11 años. El piloto era Seankese 'Sean' Johnson, un exmilitar de 36 años.
El pasado sábado, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, y Joan Camprubí, hermano de Mercè, realizaron, junto a otras autoridades, una ofrenda floral en el cauce fluvial como homenaje a los fallecidos. Adams y Camprubí exteriorizaron su dolor compartido en una comparecencia ante la prensa, pero no se aportaron nuevos detalles de la investigación.