"Mi Aston Martín, que ya tiene 51 años, funciona con el excedente de vino blanco inglés y el suero de la leche del queso", dijo en su momento el rey de Inglaterra, Carlos III, en una entrevista con la BBC. El rey británico adquirió este coche en noviembre de 1970; se trata de uno de los descapotables más famosos del mundo, con un acabado en azul Seychelles y matrícula de finales de 1970. Es el mismo vehículo en el que su hijo mayor, el príncipe Guillermo, salió del Palacio de Buckingham con su entonces flamante esposa, Kate Middleton, después de su boda en 2011.

El vehículo no era así cuando lo recibió, sino que el monarca mandó modificar el funcionamiento de su coche para que, en vez de emplearcombustibles fósiles, funcionara con un 85% de etanol y un 15% de combustible derivado del petróleo. La razón de ello era reducir la huella de carbono y aunque algunos elogian el gesto, muchos otros, en particular activistas, consideran que si esto se replicara a nivel mundial los efectos en el medioambiente podrían ser muy negativos, según informa 'The Guardian'.

La alternativa, que parece muy sostenible, puede que no lo sea tanto, o al menos por ahora. Tal y como explica Greg Archer, director de la filial británica de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente, a 'The Guardian', "la pintoresca solución del [entonces] príncipe Carlos para evitar la huella de carbonocon su coche, usando una alta cantidad de bioetanol, no debe confundirse con una solución seria para evitar el impacto residual de todos los vehículos".

"A gran escala, los biocombustibles pueden hacer mucho más daño que bien, ya que por otro lado se impulsa la deforestación y los usos de la tierra, lo que podría acelerar la crisis climática", señala. Por lo que su aplicación a nivel mundial podría traer efectos secundarios que afecten al planeta dependiendo de la materia prima utilizada, en concreto si está producida expresamente para ello o si ha sido reutilizada como residuo urbano.

El combustible utilizado para que funcione este coche es una variable del bioetanol E85 que se consigue utilizando residuos de vinoblanco no apto para consumo y con el suero de la leche procedente de los quesos. El monarca mandó desarrollar este combustible en 2018 con el objetivo de crear un biocombustiblemás amigable con el planeta. Este tipo de bioetanol es producido por una compañía llamada Green Fuels, localizada en Gloucestershire, que ha sido la encargada de hacer las modificaciones técnicas al motor para que el DB6 del rey Carlos III funcionara con el uso de estos dos ingredientes: vino blanco y queso. El proyecto también ha contado con la colaboración de la empresa de especialistas en Aston Martin RS William.

Carlos III saliendo de su Aston Martin

¿Qué es el bioetanol?

El bioetanol es una forma de alcohol que se consigue mediante diferentes tipos de plantas ricas en celulosa, como pueden ser la caña de azúcar, la remolacha o incluso el maíz. Aunque sea posible cultivar estos productos para destinarla a la producción de este biocombustible, también se puede conseguir mediante los excedentes de la silvicultura o residuos agrícolas, según explica la petrolera Repsol.

En este caso concreto y tal y como explica la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos, este tipo de bioetanol sería de tipo avanzado, ya que procede de residuos agrícolas, especialmente de la descomposición de biomasa; lo que la hace uno de los más sostenibles. Algunas de las fuentes empleadas para obtener este tipo de combustible son la madera o especies vegetales como las algas, aunque este extremo todavía se encuentra en fase de investigación.

Hoy en día, los países que son líderes internacionales en producción y consumo de etanol son Estados Unidos y Brasil. En el caso de Europa, el que más exporta es Francia. Aunque parezca novedoso, la realidad de su uso se contempla desde 1826, cuando un ingeniero estadounidense creó el primer motor de combustión por etanol. Actualmente tiene los mismos usos que otras clases de energía como la eléctrica, la motriz o la calorífica. En cuanto a su uso en los transportes la mayoría de los coches que utilizan este combustible lo hacen mezclándolo en un determinado porcentaje con combustibles tradicionales para reducir la huella de carbono en los vehículos.

¿Cuáles son los efectos medioambientales de los biocarburantes?

El bioetanol puede tener muchas ventajas: reduce las emisiones de CO2 y no genera residuos al quemarse, pero su producción a gran escala puede tener efectos medioambientales. Un informe de la Unión Europea sobre el cultivo de materias primas destinadas a producción de biocombustibles aconseja que pueden existir consecuencias negativas para el medioambiente si se hace una producción masiva de este tipo de cultivos.

Actualmente, la mayoría de los Estados miembros consideran que el limitado cultivo de estas materias primas en comparación con otras actividades agrícolas es tan escasa que por ello actualmente no hay efectos notables. Por lo que la solución a esto se encontraría en la producción de bioetanol avanzado y el consumo de biomasa generada como residuo urbano, ya que no sería necesario destinar cultivos a su producción y cambiar los usos de la tierra ni favorecer la deforestación. En cambio habría que regular la producción de bioetanol de primera generación, que es aquel para el que se derivan cultivos expresamente en su producción.