El nuevo presidente de Volkswagen, Matthias Müller, ha anunciado que el grupo tomará dolorosas medidas para hacer frente a las consecuencias financieras del escándalo de la manipulación de emisiones y que "cancelará o aplazará" las inversiones que no sean "estrictamente necesarias".

Müller ha sido muy claro en sus declaraciones ante 20.000 trabajadores preocupados, justo un día entes de que acabe el plazo para que Volkswagen explique al Gobierno alemán cómo va a arreglar un total de ochos millones de coches trucados que circulan por Europa.

Ha sido un mensaje sin cámara delante, destinado a trabajadores y en donde también han estado presente las fábricas españolas.

Ante las declaraciones, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha mostrado su preocupación por los más de 4.000 millones de inversión previstos por el grupo en sus dos plantas españolas.