Los contratos temporales cada vez duran menos. Personas como Raúl no consiguen mantener el mismo trabajo más de dos semanas seguidas.
"El contrato más largo que he tenido con esta asociación ha sido de 15 días o así, ha explicado Raúl, uno de los españoles que intenta reducir las cifras del paro trabajando como cuidador.
Los contratos de menos de una semana son los que más abundaron el mes pasado. Uno de cada cuatro del millón y medio que encontró un trabajo temporal, volvió al paro en siete días.
Inmaculada es ya una experta en minijobs y sufre continuamente las consecuencias de esta forma de trabajo. "No son los contratos ideales. Uno busca una estabilidad para independizarse", ha explicado Inmaculada, que lleva meses encadenando trabajos temporales.
Casi la mitad no llegaron a trabajar un mes. Antes los más habituales duraban entre uno y tres meses, pero la reforma laboral ha continuado menguándolos. Unas cifras que, según los sindicatos, nos convierten en líderes de la precariedad laboral.
Los sindicatos consideran que estas cifras nos convierten en líderes de la precariedad laboral. "Nos situamos a la cola de los peores contratos de Europa, junto a Grecia", ha señalado Ana Herranz, portavoz de Comisiones Obreras.
La bajada se ceba más con las mujeres. En realidad, en junio fue aún mayor el número de contratos ‘superbreves’: se registraron 403.976, el 28,76% de los temporales firmados ese mes. Los de menos de un mes sumaron el 41,63%.
Se han convertido en la manera habitual, precariedad sobre causa, más margen para el empresario y la crisis, que genera un excedente. Nos situamos a la cola frente a Grecia, en pésimas condiciones de contratación.
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