En Nueva York la gente hace cola frente a los probadores. En Tokio se compra con el kimono puesto y en Dubái los hombres tienen mucho que decir pero todos optan por prendas españolas. Porque la exportación en tiempos de crisis es el salvavidas para muchas empresas de moda.

La moda de España lleva dos años consiguiendo record de exportaciones. En el 2013 tuvo un crecimiento del 12% en las exportaciones, frente al 5% de los productos en general de nuestro país y en el año anterior, en 2012, el crecimiento fue del 9%.

Europa es el principal destino de prendas por eso muchas empresas acaba basando su negocio en el extranjero como Mango: “Ahora estamos un 84% en el exterior y un 16% en España”.

Y de cada diez euros que vende una firma española, ocho son fuera de nuestro país. Una solución para capear la crisis que no está al alcance de cualquiera porque la financiación es el principal problema para pequeñas empresas que tienen que optar por tirar los precios para llegar a ser competitivos.

Un sector que tiene que hacer muchos números para poder colgar la etiqueta "made in Spain" fuera de nuestras fronteras.