Este jueves era un día muy importante para el presidente del Banco Central Europeo igual que aquel día en que tomó la determinación de salvar el Euro a toda costa en julio de 2012.

Armado de nuevo con su corbata de cuadros azules, Mario Draghi ha actualizado su célebre "haré lo que tenga que hacer", con tres medidas contundentes. El banquero italiano ha dejado los tipos de interés en el mínimo histórico del 0%, es decir, barra libre para los bancos europeos con dinero gratis. "Hemos decidido bajar el tipo de interés de cinco puntos básicos a cero", ha dicho.

Draghi comprará más deuda elevando el presupuesto hasta los 80.000 millones de euros al mes y ampliando la compra de activos también al sector privado, con compras de bonos de empresas. "Supone un endeudamiento muy barato para las empresas: más consumo e inversión", explica Alvaro Tomás, profesor de economía de la Universidad de Valencia.

Además, la institución europea ha decido elevar un punto la penalización a los bancos que decidan guardar este dinero y no lo destinen al crédito. "Un banco que de más préstamos para la economía real, puede pedir prestado más dinero", ha dicho Draghi.

La Bolsa española se disparó casi un 4% de golpe, pero la euforia se diluyó en horas, y ha terminado plana, aunque mejor que la bolsa francesa y mucho mejor que la alemana, que pasaron de la euforia inicial a cerrar con un 1,7% de caída la francesa y un menos 2,3% la alemana.

"Lo que ha hecho Draghi es muy importante, si tiene que dar otra vuelta de tuerca a la expansión monetaria, sin duda, lo hará", explica Robert Casajoana, director de relaciones institucionales de SLM. Un mal comienzo para unas medidas que intentan reactivar la maltrecha economía de la eurozona.