Los chicos que no han obtenido el graduado de la ESO tienen un primer acercamiento al mundo laboral gracias a las PCPI, Programas de Cualificación Profesional Inicial a los que los chavales podían reengancharse hasta los 24 años.

Con la ley Wert estos programas serán sustituidos por la Formación Profesional básica pero con un tope de edad, los 17. "Si tenemos chicos con 18, 19 o 20 años que quisieran incorporarse de nuevo al sistema de formación no tendrían oportunidad" afirma Teresa Roigé, directora de la ONG Casal dels Infants.

Una especie de limbo que dejan sin una segunda oportunidad a miles de chicos. Uno de los pocos caminos que les quedaría sería la enseñanza de adultos. La LOMCE prevé que las administraciones podrán ofertar FP básica a través de ella pero "podrán no es ofrecerán con lo cual va a quedar a discreción de la decisión de las Comunidades Autónomas y sobretodo de la disponibilidad de presupuesto porque si no hay dinero no es prioritario" afirma Pedro Uruñuela, exinspector de Educación.

Uno de cada cuatro chicos no consigue graduarse en la ESO. Muchos de ellos tienen circunstancias sociales difíciles que les han impedido estudiar. Sin esta segunda oportunidad no podrán estudiar ni trabajar.

La ley no es clara, recoge que la extinción de los PCPI será progresiva pero en el mismo párrafo afirma que desaparecerán en el próximo curso.