En una entrevista, De Guindos ha resaltado que hoy por hoy "ni estamos más cerca ni más lejos de lo que se denominaba el rescate", porque "los fundamentos de la economía española son sólidos" y el Tesoro "podrá hacer frente a las volatilidades y las situaciones de incertidumbre que se puedan producir a corto plazo".

A pesar de que sus estimaciones de caída de la economía en 2013 (0,5 % del PIB) son más optimistas que las de los organismos internacionales, el ministro considera que el perfil del año en curso "va a ser positivo".

Y ha dejado claro que, tal y como la propia CE ha dicho, en 2013 no se necesitarán más ajustes, aunque en el programa de estabilidad que el Gobierno deberá presentar a Bruselas a finales de abril se recogerán las medidas para los dos años siguientes.

El planteamiento del Gobierno es intentar hacer compatible la reducción ineludible del déficit público con la promesa de que la subida del IRPF se revertiría en 2014, ha recordado De Guindos en la entrevista, previa a su participación en un EFE:Encuentros.

Para ello, cuenta con que el crecimiento de la economía el año próximo, unido a una mejoría en el entorno económico internacional, tendrá un impacto positivo en la consolidación presupuestaria y el empleo.

También está convencido de que la evolución de los intereses de la deuda pública serán más favorables por una mejor percepción internacional del país. El impacto en esta imagen de los casos de corrupción en el partido que sustenta al Gobierno o en el entorno de la Casa Real "no es positivo", ha admitido el ministro.

Pero al mismo tiempo ha opinado que "no es una cuestión" para los inversores internacionales, ya que en los numerosos contactos que mantiene con ellos no ha tenido "muchas preguntas" sobre el tema.

"Creo que tienen la percepción de un gobierno estable, que sigue comprometido con las reformas y que tiene muy claro lo que tiene que hacer", en especial tras el "cambio importante" que a su juicio ha supuesto la batería de medidas contra la corrupción presentadas por el presidente del Gobierno en el debate sobre el estado de la nación.

Para De Guindos, al margen de la "volatilidad" del día a día, puesta de manifiesto en la "sobrerreacción" inicial ante los resultados de las elecciones italianas, la tendencia a medio plazo es la convergencia y la reducción de tipos de interés de la deuda pública española.

El pasado viernes la prima de riesgo, diferencial con el bono alemán a diez años, cerraba en 368 puntos, tras haber repuntado por encima de los 400 durante la semana por la inestabilidad fruto de los inciertos resultados de las elecciones del país transalpino.

En cuanto al déficit, a pesar de una eventual relajación de Bruselas, ha garantizado que en 2013 se llevará a cabo una "importante" reducción adicional sobre el 6,7 % con el que acabó 2012 (excluyendo otros 3,2 puntos de PIB de las ayudas a la banca).

Para 2014 y 2015, "ya con crecimientos positivos", el Gobierno tiene prevista una bajada adicional del desequilibrio entre ingresos y gastos de las administraciones públicas.

La previsible relajación del objetivo de déficit, que se produciría antes del verano, podría ser posible aunque España haya terminado 2012 cuatro décimas por encima de lo marcado, ya que sí ha cumplido con la reducción pactada de déficit estructural (3,5 puntos de PIB).

Noticias como la reducción de los desequilibrios, la situación de la banca española, y la mejora de la balanza de pagos son "señales inequívocas", ha concluido el ministro, de que la economía española se dirige hacia unas mejores condiciones de financiación que anticipan la futura recuperación.