"Hay un progreso significativo pero las negociaciones continúan", informó el ministro de Finanzas, Yannis Sturnaras, al término de la reunión con la troika, formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en la que también participó.
El encuentro entre la troika, Samarás y Sturnaras se prolongó durante más de dos horas, a las que siguió una reunión del equipo económico del Gobierno.
Los asuntos que aún quedan pendientes son la reducción del número de funcionarios, el agujero en las cuentas públicas de 2013 debido a la reducción en los ingresos impositivos, la reforma de los impuestos sobre la propiedad inmobiliaria y la recapitalización y reestructuración del sector bancario.
Las negociaciones están siendo tensas en especial en cuanto a los despidos de funcionarios, un punto en el que ha habido graves diferencias tanto dentro del Gobierno griego como entre éste y la troika, y también respecto a las exigencias financieras. De hecho, de acuerdo al diario To Vima2, Sturnaras exigió a la troika que no presione más en sus exigencias.
La valoración positiva de la troika respecto a los progresos de Grecia en su programa de reformas es indispensable para que se dé luz verde al desembolso del tramo de financiación correspondiente a marzo (2.800 millones de euros) y al del segundo trimestre del año (6.000 millones). A finales de mayo, Grecia debe abonar 5.600 millones de euros en vencimientos de deuda.
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