Rosa lleva 2 años pasando frío en su casa. Ella y su familia no tienen dinero para cubrir todos los gastos, así que ha decidido no encender la calefacción. Entre tres y ocho grados es la temperatura que tiene que soportar en su casa.

Se pone varias capas de ropa para poder soportar las gélidas temperaturas que tiene que soportar en su casa. Y cuando se mete en la cama, más de lo mismo, muchas mantas y un pijama que abrigue.

Pero el caso de Rosa y su familia no es el único, 2,5 millones de personas en España no consiguen calentar sus casas a más de 18 grados. Alfonso y María, dos jubilados de Castelldefels, también tiran de las mantas para poder soportar el frío que hay en su casa.

Y es que con una pensión de 745 euros no les da para llegar a fin de mes. María además solo tiene un pulmón, por lo que su situación se agrava más cada día. Ante esta situación de pobreza energética, organizaciones como Cruz Roja intentar cubrir en algunos casos los suministros de los más necesitados.

El frío también ha llegado a los colegios. En un centro público de Higuera de Vargas, en Badajoz, los radiadores ya no calientan. La calefacción central ha sido sustituida por estufas de leña.

Aunque el centro, competencia del Ayuntamiento, aseguró a los padres que después de las Navidades estaría en perfecto estado, la realidad es que no se han podido dar las clases por los olores y el humo. Y es que, en casa o en el colegio, apagar la calefacción es cada vez más habitual.