El acuerdo alcanzado tras las negociaciones sobre las condiciones del rescate de la troika, establece que Chipre tendrá de plazo hasta 2018 para recortar su déficit, dos años más de lo previsto inicialmente. Con esta ampliación sobre el calendario inicial, "la adaptación resultará más fácil y las medidas se distribuirán en cinco años en vez de tres, lo que a su vez mitigará la presión", recalcó el portavoz del Gobierno, Jristos Stylianidis.

También se ha ganado tiempo, dos años, en el calendario de privatizaciones de empresas públicas y semipúblicas, hasta 2018.

Nicosia ha logrado arrancar también un compromiso sobre el recorte de trabajadores públicos, y en lugar de 5.000 de los casi 52.000 empleados públicos que tiene Chipre, deberá despedir a 4.500 hasta finales de 2016.

"La conclusión del acuerdo con la troika debería haber ocurrido mucho antes, en condiciones políticas y económicas mucho mejores. A pesar del retraso, la situación a partir de ahora se normalizará, y se creará el entorno necesario para poner en marcha la economía", explicó Stylianidis.

La firma del acuerdo coincide con la decisión del Gobierno de levantar parte de las restricciones al flujo de capital, de instituir la comisión encargada de depurar responsabilidades en torno a la crisis y de la dimisión del ministro de Finanzas, Mijalis Sarris.

Lo principal del nuevo decreto aprobado es que a partir de ahora se permite a particulares efectuar pagos por cheque de hasta 9.000 euros mensuales por individuo y banco.Se mantiene, en cambio, el límite de 300 euros para la retirada diaria en efectivo.

También se decidió aumentar de 5.000 a 25.000 euros el permiso de abono por cheque a las empresas; cantidades superiores a 25.000 e inferiores a 200.000, estarán sujetas a la aprobación por parte del Banco Central de Chipre.