Contra la opinión de casi todos, Montoro insiste en que "hay que seguir bajando impuestos para fortalecer el crecimiento y la creación de empleo". Una rebaja del IRPF a la que incluso ponen fecha: la primera fase desde el 1 de enero de 2017 y la segunda, en 2018.

Y eso, a pesar de la multa que estudia Bruselas por incumplidores. "Si jugamos al electoralismo y bajamos impuestos, nos caerá la multa en julio", explica Robert Casajuana, director de Relaciones Institucionales de SLM Análisis Financiero.

El Gobierno defiende que pagar menos impuestos no tendrá un impacto negativo en las arcas públicas, pero el déficit del Estado subió hasta abril un 15%, llegando a rozar los 14.000 millones.

Y lo hizo porque los ingresos cayeron un 6%. Santiago Lago, catedrático de Economía de la Universidad de Vigo, afirma que bajar los impuestos es una promesa que está fuera de la realidad, porque "en España tenemos un problema de déficit importante, y se debe fundamentalmente a los ingresos".

Desde Hacienda también ven margen para introducir nuevas bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social, a pesar de que los últimos datos no invitan al optimismo.

El impacto negativo que en la última reforma fiscal, también tachada de electoralista, fue de 8.000 millones de euros, que habrían permitido acercarse bastante al objetivo de déficit comprometido con Bruselas.