Pedro tenía el visto bueno para jubilarse este verano cuando cumpliera los 61. Pero una modificación le dejaba con la pensión en los labios en agosto, tendría que esperar a los 63. Ahora, la Seguridad Social recula, habrá jubilaciones.

Pero el problema es que según empleo se van a flexibilizar sólo algunas de las jubilaciones. Aquellos trabajadores que sufrieran un despido antes de 2013, podrían jubilarse a los 61. Pero en agosto un cambio de interpretación les obligaba esperar a los 63.

Dos años más sin cobrar y debían continuar pagando de su bolsillo la cotización si no querían que su pensión se redujera drásticamente. Ahora, Empleo vuelve sobre sus pasos; Habrá jubilación, pero se estudiará caso por caso. Siendo cerca de 35.000 los afectados, la situación genera mucha incertidumbre.

Y a pesar del paso adelante, los afectados continúan mostrando sus dudas. Lo que siguen bailando son las cifras. Empleo habla de 35.000. Los sindicatos han llegado a cifrar 150.000.