Se calcula que unos 325 millones de personas sufren los efectos del cambio climático, y la mayoría se concentran en Asia Meridional. La destrucción de su agricultura, la desaparición de especies o el aumento de enfermedades como la malaria, agrava más la pobreza de estos países.  A todo esto hay que sumar los efectos que provocan los desastres naturales.

Los países pobres sufren el 80% de los impactos derivados del cambio climático, y estos países no han contribuido en ningún momento a este cambio climático, pero son los que más lo sufren.

Unos 40 millones de refugiados climáticos se ven obligados a huir de sus tierras cada año. Asociaciones como Alianza por la Solidaridad construyen diques para ayudar a estos pueblos a adaptarse a los cambios del clima.

Según dicen los expertos, si aumentara en 2º la temperatura de la tierra, los países en vías de desarrollo podrían perder cerca de un 5% de su PIB. Por eso, está en manos de los gobiernos occidentales evitar que los más vulnerables acaben sepultados por la deuda envenenada de unos excesos que no han cometido.

Y es que países como Estados Unidos vierten una media de 17 toneladas de CO2 al año frente a las 0,3 que emiten en Bangladesh.