Los ciudadanos demandan cada vez más una mayor participación en la gestión de los recursos, más aún en tiempos de crisis económica. Por este motivo, un total de 20 ayuntamientos ya reservan parte de su presupuesto para lo que decidan los vecinos en asamblea.

Es el caso de la localidad de Ascó, en Tarragona, donde destinan 400.000 euros para cumplir con esta gran iniciativa. El año pasado sus ciudadanos decidieron invertir en seguridad vial, dando prioridad a los semáforos y a mejorar la visibilidad en los cruces.

Decidir en qué nos endeudamos y en qué recortamos, es una demanda cada vez mayor entre los ciudadanos. El sistema es fácil y efectivo, y aquellas propuestas que benefician a todos se tienen en cuenta. La experiencia funcional de momento a nivel local, pero quizá dentro de unos años crezca y llegue a más hogares en las ciudades España.