Un 45% menos que en 2002, la peor estadística desde que se recogen cifras en 1990. Tras ese descenso está la crisis económica, que golpea todos los bolsillos. Los utilitarios también han dejado de utilizar peajes, una caída del 10% de forma continuada en los últimos seis años.

Claro ejemplo es la autopista del Atlántico que une Vigo con Ferrol. Sus beneficios en 2012 se redujeron hasta en un 41%, lo que supuso 20 millones de euros menos en peajes. Esto beneficia a las los restaurantes de carretera nacionales, que han incrementado sus ingresos, lo mismo que las gasolineras fuera de autopistas. Su facturación ha aumentado entre un 20 y 30%, gracias a todas esas personas que han dejado de usar las autopistas porque ya no pueden pagar sus costes para transitar por ellas.

Pero los restaurantes que está situados en las autopistas, reconocen que en 2008 tenían siempre llenos sus comedores, pero con los altas subidas de los peajes, ya no llenan las mesas. Este 2012 ha sido el año con una mayor caída de usuarios desde que se construyeron. Y por el momento, los peajes, no bajan.