Soledad es la primera en llegar a las rebajas, explica que todos los años lo hace. Abren las puertas, aligera y rebusca entre los descuentos. La imagen clásica del 7 de enero es de colas en las tiendas y prendas casi por el aire. Entre tanta agitación, en la calle hay un debate sobre su duración. Con la liberalización de las rebajas, las tiendas pueden aplicar descuentos en cualquier momento.
Una medida que aplauden también muchos comerciantes, Enrique Hidalgo, director de 'El Corte Inglés' de Preciados, en Madrid, cuenta que "cuanta más oferta comercial haya, mejor para todos". Sin embargo, muchos otros desconfían. Xus Manresa, encargada de la zapatería 'Guell', explica que "abogaría por reducir el tiempo de rebaja, habría que establecer una norma para todo el mundo igual".
Según la Confederación Española de Comercio esta medida beneficia solo a las grandes cadenas, Antonio Furest, presidente de 'Gremitext', dice que "el resto de comerciantes somos comerciantes con menos margen y no podemos estar todo el año haciendo promociones". Además, asegura que el juego de adelantar promociones se despista al consumidor.
Pero con la ley en la mesa, las pequeñas tiendas se resignan. A pesar de las discrepancias, lo que no ha cambiado han sido las colas para conseguir las mejores rebajas.
LAS TRADICIONALES COLAS SE HAN VUELTO A REPETIR