Millones de usuarios sacan cada año libros de las bibliotecas. Sin embargo, desde el 1 de agosto, el préstamo de libros tiene un coste para las bibliotecas. El nuevo Real Decreto marca que por cada usuario, las bibliotecas tendrán que pagar cinco céntimos por ello y por cada libro 0,004 céntimos.

Este último tramo no se aplicará hasta 2016. Hasta entonces, directamente los centros tendrán que pagar en su lugar 16 céntimos por cada obra que añadan al catálogo."Es como penalizar el préstamo porque realmente cuanto más préstamos hagas, más dinero vas a pagar", destaca una bibliotecaria.

Este hecho va a provocar que se empobrezca la compra de libros sin grandes beneficios para los autores. La ‘Plataforma en Defensa de la Cultura’ presentó una alternativa al decreto pero señalan que nada de lo que aportaron fue admitido por el Ministerio de Wert. Un miembro de la plataforma cuenta que “no se han hecho las cosas deprisa pero sí muy mal”.

Abigail, una joven autora y editora de su propio libro tampoco lo ve positivo. “Para autoras como yo que apenas se nos conoce la biblioteca es una manera de promocionarnos así que el importe que pudiéramos ganar con eso sería ínfimo”, afirma. A partir de ahora, llevarse un libro a casa pesará indirectamente en el bolsillo.