Gerard Piqué se ha hartado y dejará la selección española tras el Mundial de Rusia. Y es que el central ha vivido rodeado de polémicas en la Selección últimamente: los pitos que sufrió en muchos estadios, la no peineta, las mangas... Repasamos los 'motivos' por los que Piqué dice "basta".

Los pitos que empezaron en León

España se enfrentaba a Costa Rica en León... donde Piqué empezó a recibir silbidos de mucha parte de la afición. Al principio, Piqué se lo tomó con naturalidad, aunque poco a poco reconoció que los pitos le afectaban. El motivo de esa actitud por parte de algunos aficionados, desde las palabras sobre Kevin Roldán y el Madrid hasta su conocida opinión sobre la independencia en Cataluña.

El caso es que los pitos se prolongaron en el tiempo y prácticamente por cada estadio que pasaba Piqué, un sector de la afición le silbaba cuando el central estaba en posesión del balón. Hubo cierta 'tregua' hace unos meses, cuando el propio Piqué reconoció un cambio en la actitud de los aficionados: "La gente se ha dado cuenta de que esto es fútbol, no una cuestión de patriotismo".

La 'no' peineta del dedo de Piqué durante el himno

A Piqué también se le acusó de realizar una peineta durante el himno de España, antes del partido frente a Croacia en la pasada Eurocopa. La imagen de su dedo se hizo viral y el central tuvo que salir al paso de las críticas en Twitter: "Me estoy crujiendo el dedo. Dejemos de buscar polémicas no las hay e intentemos ganar la Eurocopa todos juntos".

Su presencia en la Diada...

El central del Barcelona ha se ha manifestado en muchas ocasiones sobre Cataluña y se le pudo ver en la pasada manifestación de la Diada, algo que le supuso muchas críticas en las redes sociales.

...Y la última, las mangas de la camiseta

La más reciente, la polémica con las mangas de la camiseta. Muchos acusaron a Piqué de recortar el detalle rojo y amarillo de la camiseta con la que jugó el partido ante Albania, cuando el central se había recortado la manga larga de una camiseta que no lleva esos detalles. La última de muchas polémicas que han acabado hartando a Piqué.