El pasado 17 de diciembre, en Inglaterra, un hombre llamado Ray Woodhall jugó seis partidos de fútbol de manera consecutiva. No duraron 90 minutos, eran más cortos, de apenas 10, y además era fútbol caminando, una modalidad de moda en el terreno inglés. Pero esos partidos fueron suficientes para darle el mayor susto de su vida.
Woodhall fue ingresado de emergencia después de sentir fuertes dolores en su pecho. Los médicos confirmaron que estaba sufriendo un ataque al corazón cuando estaba siendo trasladado al hospital.
Una vez en el hospital, fue intervenido en dos ocasiones para colocarle dos estents (una prótesis intravascular que sirve para mantener abierto un vaso sanguíneo previamente estenosado). En su estancia en el hospital, sufrió un total de 27 infartos, haciendo que una enfermera se disculpase por tener que bombearle el pecho en tantas ocasiones.
Woodhall asegura que "morir fue como quedarse dormido". Además, dio las gracias a los profesionales que le atendieron durante todo este tiempo. Tendrán que pasar seis meses hasta que Woodhall se recupere de manera total de estos 27 sustos que ha vivido.