Se enfrentaban las universidades de Iowa y Nortwestern cuando, a falta de dos minutos para acabar el partido, Jordan Bohannon dejó un precioso gesto.

El joven base, que llevaba anotados 34 tiros libres consecutivos sin fallo, estaba a uno de romper el récord de la universidad, que está en poder de Chris Street, que falleció en un accidente de coche en 1993.

Cuando llevaba 23 puntos y podía romper el récord, Bohannon falló y señaló al cielo, manteniendo el récord en posesión de Chris Street. "Ese no es mi récord, merece quedarse en su nombre", reconoció tras el partido. Finalmente, Iowa ganó el partido (77-70) y Bohannon dejó un gesto que los padres de Street siempre recordarán.