Los yogures helados se transforman. Ahora también se hacen en forma de piruleta con chocolate, como tarta de milhojas con manzana o fusiones de frío y calor entre chocolate y el yogurt helado para crear bombones.

Para este postre suave y cremoso, el acompañante idóneo es la fruta, como el mango, por su jugosidad y dulzor, como cuenta Marc Puig, cocinero de la Fundación Alicia.

También la mezcla del yogurt y manzana nos da como resultado un postre sano y nutritivo.

Para su conservación, Vanesa Sáez recomienda que aunque lo compremos a  temperatura ambiente y sin congelar, lo mejor es meterlo en el congelador a -15 grados, y después de 5 horas, encontraremos un helado perfecto para consumir.

Bien adornado y condimentado este yogurt frío nos soluciona ese postre con el que queremos sorprender, de la manera más fácil, y todo sin perder sus propiedades.

Tiene menos grasa que el helado de toda la vida y sigue manteniendo las bacterias buenas del yogurt.

El Director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Danone, Álvaro Bordas, informa que el probiótico se activa a los 42º de temperatura, cuando el yogurt entra en contacto con la temperatura corporal, así que aunque lo consumamos helado, los probióticos siguen haciendo efecto.

Por eso es el postre de moda, con el que, ahora, también podemos llenar el frigorífico de casa.