El temor a que los hombres sean sustituidos por robots en todas las profesiones no parece ser muy intenso en la ciudad china de Cantón (sur), donde dos restaurantes que usaban androides como camareros han decidido "despedirlos" por su escaso rendimiento y volver a contratar personal de carne y hueso. 

Aunque sus reivindicaciones salariales eran escasas, estos robots tenían problemas para servir sopa sin salpicar a los clientes, chocaban unos contra otros en los pasillos de los establecimientos y se averiaban con frecuencia, según explicó uno de sus colegas humanos al Diario de los Trabajadores. 

Los clientes tampoco estaban contentos con los camareros robotizados de los dos restaurantes cantoneses, ya que no les podían servir bebidas ni depositar los platos directamente en la mesa (sólo los acercaban en bandejas). 

La ciudad china, que tenía tres restaurantes atendidos por robots en meses pasados, ahora sólo dispone de uno, y parece que este tipo de establecimientos, que en años pasados proliferaron en ciudades chinas con el objetivo de atraer clientes curiosos, están pasando algo de moda.