Los indicios se han extraído de simulaciones hechas en ordenadores que revelan cómo han crecido las galaxias a través de los eones por la absorción de un montón de materiales que se movieron de las galaxias vecinas cuando explotaron las estrellas que llegaron al final de sus vidas.

La explosión de supernovas poderosas puede arrojar trillones de toneladas de átomos al espacio con tal ferocidad que pueden escapar al espacio gravitacional de la galaxia en la que se encontraban y viajar en enormes nubes que viajan a miles de kilómetros por segundo.

Los astrónomos conocen desde hace mucho que los elementos forjados en las estrellas pueden viajar de una galaxia a otra, pero esta última investigación es la primera en revelar que la mitad de los materiales que se encuentran en la Vía Láctea y en galaxias de tamaño similar provienen de otras vecinas más pequeñas.

La gran mayoría de hidrógeno y helio que cae a las galaxias forman nuevas estrellas, mientras que los elementos más pesados, creados ellos mismos en las estrellas y dispersos por las detonaciones violentas, se convierten en material puro para formar nuevos cometas y asteroides, planetas y vidas.

"En cierto sentido somos visitantes extragalácticos o inmigrantes en lo que creemos nuestra galaxia", ha expresado Daniel Anglés, uno de los astrónomos españoles en la Universidad de Evanston. Los investigadores han calculado que cada año, la Vía Láctea absorbe casi los materiales que harían posible la creación de un sol.

Lo sorprendente de esta última investigación es que los vientos galácticos aportan más material del que se pensaba. "Es un nuevo modo de formación de la galaxia que no habíamos considerado antes", ha detallado Anglés. Las simulaciones han mostrado que los elementos que estos vientos llevan podrían haber viajado a millones de años luz antes de asentarse en una nueva galaxia, de acuerdo a investigaciones de Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

Otro de los astrónomos que forman parte del equipo investigador, Claude-André, ha expuesto que anteriormente se daba por sentado que las galaxias evolucionaban absorbiendo materiales que quedaron del Bing Bang. "Nos da nociones de como podemos venir de esquinas muy lejanas del universo", ha establecido.