Está demostrado que con drones costaría cinco veces menos sofocar un incendio, pero en España aún no se utilizan porque no se ha regulado legalmente su uso. El gobierno de España ultima una ley para el uso civil de los drones, ya que a día de hoy su situación es alegal.
Cada año unas 150.000 hectáreas son arrasadas por el fuego en los cerca de 21.000 incendios que se registran en nuestro país. Los datos oficiales de este coste hablan de 355 millones anuales, mientras que asociaciones de defensa de la naturaleza como WWF lo elevan a 1.800.
Otro problema legal se presenta a la hora de usar los drones para grabar imágenes en lugares inaccesibles, porque en ocasiones son tan pequeños que pueden invadir nuestra intimidad sin que nos demos cuenta.
Aunque lo cierto es que las posibilidades que ofrecen los drones son múltiples y hasta de servicio público. Se usan en manifestaciones multitudinarias, en la restauración de monumentos, controlar cultivos y el rescate de personas donde el acceso es complicado.
Un ejemplo de la gran diversidad de funciones que puede llegar a realizar un avión no tripulado ha sido en la catedral de Albacete, donde se ha permitido que unas pinturas que para nadie tenían valor hayan sido redescubiertas como el mayor lienzo del mundo pintado por un solo artista.