Los científicos de la Ciudad Escuela de Medicina de la Universidad de Okohama en Japón han conseguido crear un hígado humano funcional a partir de células madre pluripotentes inducidas(Ips). Tras las primeras pruebas, los científicos han constatado el hecho de que el transplante puede funcionar y no generar ningún tipo de rechazo en la persona.

Este progreso supone un nuevo aliento para todos aquellos que se encuentran en lista de espera. Los científicos se sienten esperanzados porque piensan que su descubrimiento podría ser aplicado a otros órganos como el páncreas.

La escasez de donantes de órganos para el tratamiento de pacientes con fallos en el hígado, los riñones, el corazón y otros órganos afectan a muchos países. Por ello, los científicos están muy concienciados de la necesidad de encontrar nuevas formas de obtención de órganos para trasplante, independientes de la donación. En España ya son 1100 pacientes los que se encuentran en lista de espera para un transplante de hígado que no llegará a tiempo para casi un 8%.

El equipo trasplantó un brote de células hepáticas, creadas en un laboratorio a partir de células iPS humanas, en un ratón, donde el órgano maduró en un tejido similar al de un hígado humano.

Los investigadores lograron producir la temprana estructura de un hígado al recrear la interacción habitual que se da entre las células durante las primeras fases de gestación de un órgano. A raíz de esta combinación de células iPS humanas surgieron, 76 horas después, los brotes de un hígado humano rudimentario con una red de vasos sanguíneos en su interior, que logró mantener su flujo sanguíneo y ser bien recibido por el ratón una vez trasplantado.

Ahora el objetivo de estos científicos es descubrir cómo crear una gran cantidad de estos brotes hepáticos para generar un hígado del tamaño de un adulto.

La medicina regenerativa, una vez probada clínicamente, se plantea como la solución a la escasez de donantes para curar enfermedades por insuficiencia de los órganos. Habrá que esperar porque se estima que hasta dentro de una década, esta técnica pionera no comenzará a  llegar a las clínicas.