La farmacéutica estadounidense Moderna Inc. informaba este lunes de los resultados positivos de la vacuna contra el coronavirus en la que trabajan tras la primera fase de ensayos con humanos.

Portavoces de la firma han avanzado que, si las siguientes fases siguen este camino, la futura vacuna denominada mRNA-1273 podría estar disponible en Estados Unidos a finales de año y a nivel internacional a principios de 2021.

El método que utiliza esta empresa se basa en una tecnología propia a partir de la inoculación de proteínas que deben generar la inmunidad, dando al cuerpo instrucciones genéticas contra el virus. Esta vacuna debe provocar una respuesta inmunitaria tan potente como la de los pacientes que han superado la enfermedad gracias a anticuerpos neutralizantes.

El virus SARS-Cov-2 está compuesto por un núcleo de ARN (material genético), una membrana glicoproteica y en proteínas alojadas en las espículas que lo envuelven, esa especie de pinchos que sobresalen del cuerpo cuando observamos el virus a través de un microscopio. Son las partes que se pueden observar en color azul claro en la siguiente imagen:

La vacuna de Moderna consiste en crear una copia de su material genético, el ARN, para inyectarla en el cuerpo humano.

Cuando ese ARN entra en nuestro organismo, ordena a las células la producción de la proteína de espícula como la del propio virus.

Es en ese momento cuando el sistema inmunológico de nuestro organismo genera anticuerpos para acabar con esas proteínas y defenderse de la infección.

De esta manera, cuando el virus real acceda a nuestro organismo, el sistema inmunológico ya poseerá anticuerpos que atacarán a las espículas de proteína del virus real para acabar con él.

"Generalmente segura y tolerada" en ensayos con humanos

Los 45 adultos sanos que participaron en el estudio sobre la vacuna candidata mRNA-1273, dirigido por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAD, en inglés), fueron separados en tres grupos a los que se les administró diferentes dosis, de 25, 100 y 250 microgramos.

La vacuna fue "generalmente segura y bien tolerada" por los participantes, que desarrollaron anticuerpos contra el Covid-19, pero Moderna destaca los resultados en los grupos que recibieron dos dosis de 25 y 100 microgramos.

En el día 43 del estudio, dos semanas después de que se les inyectara la segunda dosis a los participantes del grupo de 25 microgramos, "los niveles de anticuerpos vinculantes estaban en los niveles vistos en sérum convalesciente (muestras de sangre de personas que se han recuperado del Covid-19)".

Los participantes de grupo que recibió dos dosis de 100 microgramos "excedían" esos niveles de anticuerpos vistos en el sérum convalesciente.

La firma señaló que su vacuna experimental "desarrolló anticuerpos neutralizadores" en ocho participantes procedentes de esos dos grupos, cuatro de cada y los únicos de los que tiene datos, de momento.

Los efectos secundarios han sido mínimos

Según el director técnico de Moderna, el español Juan Andrés, los efectos secundarios han sido mínimos e, incluso, positivos. "Sólo algunos de grado 3 como dolor de brazo y algún tipo de enrojecimiento en el lugar de la inyección, lo que, según los inmunólogos, es buena señal", ha asegurado en una entrevista en Cope.

Por eso ya han confirmado estar listos para pasar de manera inmediata a la Fase 2, en la que se probará la vacuna en una muestra más grande de población, entre 500 y 600 voluntarios, una etapa que para los investigadores es la realmente importante.

También es esta la fase que indicará cuál es la dosis necesaria, y si la vacuna produce una inmunidad prolongada. Desde Moderna, vaticinan el mismo éxito cosechado en el estadio preliminar. "Teóricamente, debería de ocurrir lo mismo", señala Andrés.

El siguiente paso es la Fase 3, en la que la muestra se amplía aún más: se le inyecta a unas 3.000 personas con el objetivo de ver si protege frente a una infección natrual. Y de ahí, directos a la Fase 4: la de obtener los permisos.

Moderna pronstica una fabricación masiva de dosis a final de año, con una previsión de "mil millones de vacunas al año".