¡Porsche 911 a prueba! Conociendo las nuevas mecánicas turbo

Porsche ha puesto al día al mito, al Porsche 911, de la mano de un lavado de cara que esconde una profunda actualización mecánica. Toca despedirnos de las mecánicas atmosféricas, ahora los Porsche 911 Carrera, Carrera S y las variantes de tracción total contará con una mecánica turbo, más potente, más eficiente y que trae consigue mejoras en la parte ciclo, en su habitáculo, nuevas opciones... hemos viajado hasta Tenerife para descubrir a este nuevo 911, ¿nos habrá conseguido convencer? Antes de adentrarnos en su dinámica, de adentrarnos en las sensaciones tras su volante, conviene que repasemos en un breve vistazo el apartado técnico de este nuevo Porsche 911 que a simple vista parece inalterado y es que estéticamente sólo introduce pequeños cambios en la parrilla trasera, en su paragolpes delantero, en las ópticas o en los colores disponibles. El nuevo tono Miami Blue le sienta fenomenal. Bajo la nueva parrilla trasera se esconde un bloque totalmente nuevo. Del motor bóxer atmosférico de 6 cilindros y 3.6 litros de cubicaje pasamos a un bloque de 3 litros sobrealimentado por un sistema biturbo, una mecánica que cuenta con cifras de potencia y par mayores, encontrándonos con 370 caballos en el caso del Carrera y de 420 caballos en el caso del Carrera S, disponiendo de un par de 450 y 500 Nm respectivamente.

Junto a esta evolución del propulsor nos encontramos con que la suspensión activa PASM es parte ahora de la dotación de serie. El 911 es ahora 10 mm más bajo y en el caso del Carrera S se introduce la posibilidad de contar con el eje trasero direccional, un extra que mejora sustancialmente la agilidad del coche a ritmos bajos e incrementa la estabilidad rodando rápido. En su habitáculo hay un nuevo sistema multimedia, con nuevas funciones de conectividad, así como un nuevo volante que, asociado al paquete Sport Chrono introduce un selector circular de modos de conducción en un concepto similar al empleado por Ferrari. Este selector cuenta además con un botón que bajo la denominación de Sport Response nos ofrece el máximo desempeño del 911 durante 20 segundos. Ahora bien, ¿cómo se siente el Porsche 911 tras los cambios?

Giramos la llave, insertamos la D en la caja de cambios PDK y arrancamos. Porsche ha cerrado un tramo de montaña para nosotros y nuestro primer contacto con este renovado 911 se produce a un ritmo vertiginoso tras los pasos de un Porsche 911 GT3 RS que nos define la trazada. Acelero a fondo, el soplido de los turbos invade el habitáculo y desde bien temprano, desde los primeros compases del cuentarrevoluciones me encuentro con una contunde entrega. El cambio sonoro ha sido rotundo pero Porsche ha hecho un trabajo excelente afinando su sistema de escape, sobre todo al escoger el escape deportivo opcional. Una excelente tracción, un excelente tacto de la dirección, la rápida y suave sucesión de marchas de la caja de cambios automática, el habitual buen tacto de las suspensiones y frenos... la puesta a punto de siempre queda ahora maridada por un propulsor que siente ahora realmente más dócil gracias el desempeño que se logra a un régimen ahora menor, sintiéndose menos exigente pero realmente rápido y contundente. Una marcha menos, la agilidad de siempre, soplidos y más soplidos por parte del nuevo sistema biturbo y un rápido rodar que se siente ahora más cómodo, te compromete menos, tienes ahora potencia en todo

Confortable, bien aislado. Rodamos por autopista hasta el puerto de Santa Cruz de Tenerife donde los de Stuttgart nos brindan la oportunidad de testar en perfectas condiciones el modo “Launch Control” del 911. Para la ocasión me pongo tras el volante de un Carrera S, giro el nuevo “manettino” para escoger el modo más deportivo, piso el freno con el pie izquierdo al tiempo que acelero, 5 segundos de gorgoteo mecánico, levanto el pie del freno y el 911 avanza implacable y devora el 0 a 100 km/h con fulminante eficacia. Mi unidad cuenta, además de con unos espectaculares asientos deportivos opcionales y con el paquete Sport Chrono o los contundentes frenos carbocerámicos, con el eje trasero direccional, novedad que conocimos en el Porsche 911 GT3 o en las versiones Turbo y que se presenta ahora en este lavado de cara como opción para el Carrera S. Una rápida sucesión de slaloms hace evidente desde el primer viraje la presencia de este sistema al brindarnos un tacto en curva que hace que el 911 se sienta aún más ágil, más rápido, más liviano. Alago aparte también para la función “Sport Response”, un botón que culmina el nuevo selector de modos d

Por delante los últimos kilómetros conociendo a este nuevo 911. No puedo evitar sentir cierta nostalgia hacia las mecánicas atmosféricas sí, hacia ese 911 991 saliente rodando a un régimen bien alto, esgrimiendo una bonita melodía al tiempo que nos involucra en la conducción con temperamento, con exigencia. Ahora tenemos más potencia y sobre todo la tenemos antes y durante un régimen mayor. Corre, es obvio que corre, mucho, de manera muy eficaz. Lo hace ofreciéndonos ahora un buen número de buenas soluciones, ese eje trasero direccional, el bien resuelto selector de modos de conducción, el sistema multimedia debidamente puesto al día, el genial tono de pintura “Miami Blue”... Sí, ahora tendremos que jugar menos con el cambio y, en definitiva, no tendremos esa bonita sensación de ir “con el cuchillo entre los dientes” en la práctica de una conducción deportiva, pero a fin de cuentas es la evolución necesaria del paso del tiempo. Son nuevos tiempos para el Porsche 911 y para nuestra fortuna sigue dispuesto a ofrecernos diversión, clase y un pedacito vivo de historia del automóvil con el que soñar, con el que disfrutar.