Skoda Fabia: Espacio y conectividad, sus principales virtudes

La tercera generación del Skoda Fabia aterrizó en el mercado español durante las primeras semanas del 2015 con una única carrocería de cinco puertas. Poco después del lanzamiento la firma checa completó la gama con la versión familiar que destaca por su excelente relación tamaño-capacidad de maletero. A diferencia de las dos generaciones anteriores , el último Fabia tiene una estética más elaborada con la que pretenden conquistar a los consumidores. El cuidado por el detalle se percibe en la estampación de las puertas, los pilotos posteriores y el diseño de los paragolpes. La carrocería familiar también ha optimizado su aspecto, resultando mucho más agraciado que sus predecesores. El interior de este polivalente destaca por una sobria presentación y una ergonomía bien planteada, dejando todos los mandos muy a mano. Todos los plásticos empleados son rígidos y aunque transmiten calidad, no son tan agradables como los acolchados que se pueden encontrar en los Volkswagen Polo y SEAT Ibiza.

Skoda permite jugar con el color de la banda central del salpicadero para ganar vistosidad, además de ofrecer varios volantes forrados en piel y sistemas de sonido con pantalla táctil. Estos últimos pueden alcanzar las 6,5 pulgadas e incluir funciones prácticas como el Apple Car Play, Android Auto, SmartGate y el control de la cámara de visión posterior/sensores de parking. Como buen producto del Grupo Volkswagen, el Fabia incluye una completa instrumentación dividida en dos esferas y una pantalla multifunción con ordenador de viaje. Se maneja desde el propio volante e incluye muchos datos relativos a los consumos,  autonomía, sistema de audio, etc.

Una de las virtudes del Fabia es su espacioso habitáculo en el que cuatro adultos pueden viajar con comodidad. Aunque también admite a un quinto pasajero, la anchura disponible a la altura de los hombros es algo justa (pero mejor que en muchos rivales). El maletero con 330 litros del cinco puertas es también de los mejores del segmento mientras que el Combi lidera su nicho de mercado con nada menos que 530 litros mínimos. En España los interesados pueden elegir entre los acabados Active, Ambition, Style y Monte Carlo. En todos los casos la dotación es correcta aunque incluso en los más equipados hay ciertos elementos opcionales que deberían ir de serie, como el climatizador automático o el control de velocidad. Ya sea de serie o de manera opcional, el Fabia puede tener techo solar panorámico de cristal fijo, asientos deportivos con apoyacabezas integrados, detector de fatiga, sistema Front Assist, acceso y arranque sin llave, llantas de aleación de hasta 17 pulgadas, luces diurnas por LEDS, sensores de parking delanteros y traseros, etc. No pueden tener alerta de cambio de carril, detector de objetos en ángulo muerto o lector de señales de tráfico, sí disponibles en un Opel Corsa por poner un ejemplo.

La gama de motores está formada por los bloques 1.0 MPI con 60 y 75 CV, y 1.2 TSI con 90 y 110 CV. Este último puede ir asociado a una caja de cambios secuencial de doble embrague DSG con siete velocidades, siendo en el resto manual. La oferta diésel está formada por un 1.4 TDI que se puede adquirir con tres potencias: 75, 90 y 105 CV. El cambio DSG sólo está disponible con el motor de potencia intermedia. Con tres cilindros y un refinamiento mejorable, destacan por sus bajos consumos y unas prestaciones más que aceptables. Lo peor es su elevada sonoridad y el nivel de vibraciones que llega al habitáculo, especialmente en frío. Skoda anunció durante el lanzamiento del Fabia que no habrá versiones de carácter deportivo, abandonando la exitosa denominación RS. Aquellos clientes que busquen una alternativa dinámica deberán conformarse con los Monte Carlo, más agresivos visualmente pero con los mismos motores que el resto de alternativas.