La presión ahoga a un Feijóo sin apoyos para su investidura. El nerviosismo ha ido en aumento en las últimas horas, cuando incluso desde Vox instan a los 'populares' a conseguir apoyos de "un puñado de socialistas" para derrocar todas las opciones de una posible reelección de Sánchez.

El PSOE no se esconde: tratará de formar Gobierno y lo hará negociando con todas las fuerzas que podrían apoyarlo, incluso Junts. Es más, ni Pedro Sánchez ni Yolanda Díaz barajan el escenario de la repetición electoral y Bildu, PNV y ERC ya han negado que vayan a otorgar otra oportunidad a PP y Vox para implantar un gobierno con la extrema derecha en España.

Un escenario que cierra todas las puertas a Feijóo: sin sumar con Vox, con el rechazo absoluto de PNV y el PSOE descartando "totalmente" facilitar su investidura, los números no dan. Y el batacazo moral tras una campaña en la que el PP se daba vencedor ha hecho explotar la calma tensa que exponían desde Génova.

Pedro Sánchez, que durante la última legislatura ha sido erigido por los 'populares' como "ilegítimo", "traidor", "mentiroso" o amigo de los "enemigos de España", se convertía el 24J en el líder político de un "partido de Estado" a ojos de los populares, que trataban de acercar posturas al PSOE por ser la única formación que podría facilitar un Gobierno de Feijóo en solitario.

Lo cierto es que, ante la negativa absoluta de todas las fuerzas de apoyar a PP y Vox en su camino a la Moncloa, la investidura de Sánchez está más cerca, y el PP ya está preparando su discurso de oposición para los próximos cuatro años si hay gobierno de PSOE y Sumar.

La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, la alternativa a un gobierno popular "es que la capital de España pase a estar en Waterloo" y ha alertado del "riesgo" de que Sánchez intentara conformar una mayoría para una investidura "haciendo nacer un nuevo Frankenstein dos", mientras que el líder del PP vasco, Carlos Iturgaiz, insistía también en esta idea: "Sabemos a quien tenemos enfrente. Sánchez prefiere un Frankestein 'bis'".

Ayuso ha sido una de las más duras en este viraje al discurso preelectoral, volviendo a catalogar a Sánchez de "traidor": "Nunca en democracia un perdedor se había apoyado en delincuentes y enemigos de España para convertirse en presidente del Gobierno. Sánchez se apoya en partidos que utilizan la democracia para acabar con ella".

Así, aseguraba que "esos son los que van a hacer presidente a Sánchez": "Alertamos a los españoles que Sánchez ya lo tiene todo pactado, en estas dos semanas y con España de vacaciones es cunado va a vender nuestra nación a los enemigos".