Y no es para menos. Cada día se alcanzan nuevos récord en el precio del mercado mayorista. Precios que afectan, aproximadamente, a 10 millones de personas y a miles de pequeños y medianos empresarios que ven cómo su factura crece cada mes. El Gobierno reconoce la escalada pero al mismo tiempo la Ministra de Transición ecológica, Teresa Ribera, asegura quelas consecuencias no son tan terribles para el consumidor. La OCU no opina igual porque calcula que la factura de julio subió un 17% respecto al año anterior. Y las previsiones para el mes de agosto son aún peores. Porque este mes estival acumula 5 días consecutivas de precios nunca antes registrados.

Les tengo que confesar que hasta hace unos minutos desconocía cuál es la tarifa que tenemos contratada en casa. He hecho lo que reclaman algunos expertos en energía: ser una consumidora responsable e indagar qué tenemos contratado. No nos lo ponen fácil. He estado al teléfono 39 minutos. Ahora sé que tengo contratada una tarifa vinculada al mercado libre. Sé lo que pago y sé la potencia de la que disfruto. Hasta ahí. Porque no consigo averiguar si pago poco o si por el contrario me están timando y debería cambiar todo lo contratado. Mi compañía no me explica cómo pagar menos. Me dice que me meta en la web y haga el cálculo. Una carrera de obstáculos. Es complicado tomar decisiones mirando una factura que resulta incomprensible incluso dedicándole toda la tarde. Al menos para mí.

Mientras la ola de calor se nos echa encima y los aires acondicionados trabajan a destajo, la electricidad sigue subiendo y el Gobierno reconoce que no tiene capacidad para tomar una decisión que solucione el problema a corto plazo. Un Gobierno incapaz, otro más, ante un problema que nuestro país arrastra desde hace demasiado tiempo. Porque, aunque no de manera tan acuciante, la luz también subía cuando Rajoy gobernaba y también la oposición, entonces Unidas Podemos y PSOE, le criticaban por su inacción.

El ejecutivo de Sánchez asegura que es un problema del modelo energético impuesto por la Unión Europea y que la solución debe llegar de Bruselas. Aún así la Ministra de Transición ecológica mantiene que están estudiando posibles soluciones, como por ejemplo modificar la tarifa regulada de la luz y así intentar aliviar la factura de esos 10 millones de consumidores.

Este tema vuelve a enfrentar a los socios de coalición. Unidas Podemos llama a protestar incluso en las calles y denuncia a las eléctricas por protagonizar un expolio con un bien de primera necesidad. Un enfrentamiento que pone de manifiesto que ni estando en el Gobierno el problema tiene fácil solución. El Partido Popular habla de vergüenza y pide que se adelanten las elecciones. Entre la incapacidad del Gobierno para actuar a corto plazo y las elecciones que propone la oposición, me temo que solo nos queda seguir pagando la consecuente subida en nuestras facturas y, además, sin entender nada de lo que pone en ellas.