Llega la época fuerte para los turrones, a pesar de que desde que volvimos de vacaciones de verano podemos encontrarlos ya en los lineales de los supermercados: la Navidad. Un dulce del que poco tenemos que decir de sus calorías que no sepamos, pero si mucho de la calidad de sus ingredientes.

La almendra y la miel son los ingredientes estrella de este dulce típico, además de azúcar o huevos. Los cuales, también, son los que más marcan su precio, por lo que también son objetivo de los “fraudes” en estas fechas. Empezando por el propio origen de estos.

Según una entrevista otorgada por Javier Fatás, miembro de la Comisión Ejecutiva de COAG, para los consumidores resulta prácticamente imposible saber el origen de las materias primas que contienen los turrones, pudiendo encontrar en el mercado productos presuntamente 100% españoles y que, en realidad, utilizan miel de china y almendras de Estados Unidos.

Aunque esto no suponga ningún riesgo para la salud ni nutricionalmente empeore el producto, no deja de ser un posible engaño para el consumidor, que compra un producto pensando que es totalmente producido y elaborado en España, cuando en realidad no lo es.

A nivel legal, parece que no existe obligación clara y concisa de incluir el origen de los ingredientes. Solo se obliga a especificar el origen del ingrediente principal cuando se menciona el origen del alimento. Es decir, debería poner en su denominación 'turrón de España' para que se estuviera obligado a incluir la procedencia del ingrediente principal. Y aun así, el resto estaría excluido.

Esta parte poco está en nuestra mano como consumidores. Lo que sí está en nuestra mano es saber mirar bien qué estamos comprando y no guiarse solo por el precio, ya que, como muchas otras cosas en alimentación, entre los turrones, también hay calidades.

No es lo mismo un turrón de calidad suprema, que suele contener un 60% de almendra, a una calidad extra que ronda el 50%. Muchas veces, y este año seguramente mucho más debido a los efectos de la inflación, miramos el precio antes que la etiqueta a la hora de comprar dulces navideños. Por eso puede que veamos precios más económicos en turrones de calidad estándar, ya que su porcentaje de almendra baja al 40%, o a la calidad popular, con un 30% de este ingrediente.

Ya no es solo cosa de la cantidad de almendra (que también), si no que a menos cantidad de almendra, muchas veces aumenta la cantidad de azúcar que se ha adicionado. Desde casi 62 gramos en la calidad popular (la que menos cantidad de almendra tiene), a los 23 gramos de una calidad suprema.

La regla es fácil: a más calidad, más almendra, y menos cantidad de azúcar. ¿El origen? Aquí seguiremos dependiendo del fabricante y de lo que ahora mismo marca la legislación. Lo que si es cierto es que, queramos o no, el precio este año se va a notar.