El celuloide es el material que dio nombre a la industria del cine. Compuesto por nitrato de celulosa, el celuloide es flexible y transparente, parecía el soporte ideal para la película fotográfica. Se inventó para un propósito diferente, que era el de sustituir el marfil con el que se fabricaban las bolas de billar. Sin embargo, cuando las bolas de celuloide chocaban entre sí, llegaban a inflamarse. Ese fue el principal problema del material, y la razón por la que más de la mitad de las películas anteriores a 1950 se perdieron. Algunas se fueron quemando al exponerse repetidamente a la luz de los proyectores, otras ardieron en incendios. Aquellas películas fotográficas se han ido sustituyendo por un material más estable, el acetato de celulosa.
El celuloide no es el material sobre el que la luz deja su impronta en forma de fotogramas o fotografías. El material fotosensible es una emulsión de haluro de plata que se deposita encima. Es una forma oxidada de la plata que por acción de la luz se convierte en plata metálica que se ve de color negro. Este proceso químico se conoce como reducción y consiste en la ganancia de electrones. En el breve periodo de exposición de la película fotográfica a luz se forma la imagen latente, una imagen imperceptible al ojo formada por minúsculos puntos de plata metálica. Los agentes de revelado son las sustancias que se vierten sobre la película para que la imagen latente se ennegrezca por completo. Son agentes reductores, sustancias que ceden electrones a la plata para que esta se reduzca. El agente de revelado más común es un compuesto fenólico conocido comercialmente como Metol o como Elon, nombres acuñados por AGFA y Kodak respectivamente. Los agentes de revelado van acompañados de hidroquinona, cuya función es recargar los electrones. La hidroquinona se oxida durante el proceso de revelado, pierde electrones hasta quedar convertida en quinona. Todo este proceso transcurre a pH elevado, por eso los agentes de revelado se acompañan de compuestos alcalinos como el hidróxido de sodio o el carbonato de sodio, o en técnicas más experimentales también se usa ceniza, que es alcalina. Por eso para frenar el revelado se hace un baño de paro que consiste en sumergir la película fotográfica en un medio ácido, como por ejemplo una disolución de ácido acético, uno de los componentes que da al vinagre su olor característico.
El último paso del revelado es la fijación, que consiste en eliminar el haluro de plata que no ha interaccionado con la luz. Antes de este paso la película fotográfica es todavía fotosensible, por eso se trabaja en ausencia de luz o con una tenue luz roja incapaz de velar el papel. Para eliminar la plata sobrante se añade una sal como el hiposulfito de sodio que secuestra la plata oxidada y deja el sodio ocupando su lugar, que es incoloro e insensible a la luz. Como último paso la película fotográfica se lava con agua para eliminar todos los reactivos y se deja secar tendida.
Así es como se revela una película fotográfica, un negativo. Recibe ese nombre porque las zonas de color negro son las que han recibido luz. Para convertir esta imagen en un positivo se usa una ampliadora, que es un dispositivo que emite un haz de luz que atraviesa el negativo y deja su impronta en otro soporte fotosensible. Este soporte suele ser de papel cubierto con emulsión fotográfica de haluro de plata, así que el proceso de revelado del positivo es exactamente igual que el del negativo.
El papel fotográfico es papel, así que está compuesto principalmente de celulosa. A la celulosa se le añade un agente de carga que le da apresto y blancura. El más empleado en fotografía es el papel baritado, que contiene sulfato de bario que mejora la durabilidad y la rigidez del papel. Este soporte se cubre con una gelatina en la que se disuelve el haluro de plata, el compuesto sensible a la luz.
Dependiendo del tamaño de los granos de haluro de plata se obtienen películas fotográficas de diferente sensibilidad. Es lo que se conoce como ISO. Una ISO baja significa que el tamaño de grano es pequeño, por lo que se usa para fotografías en las que se busca una imagen detallada, cuando hay buena iluminación, se retratan objetos estáticos o se pueden hacer exposiciones largas con trípode. Una ISO alta significa que el tamaño de grano es grande, por eso se usa en condiciones de baja luminosidad o cuando se quieren captar objetos en movimiento.
Esta es la receta de la fotografía analógica convencional, sin embargo existen muchas técnicas fotográficas diferentes y experimentales. La cianotipia por ejemplo es un tipo de fotografía, en lugar de plata se usan compuestos de hierro que al transferir electrones por acción de la luz dejan una huella de color azul sobre el papel. Así que se puede llamar 'fotografía' a cualquier técnica en la que la luz deje una firma química de color sobre un soporte, de ahí la etimología de la palabra.
Del mismo modo que hay fotografías o fotogramas, existen los quimigramas. En este caso no es la luz la que deja una firma sobre la película fotográfica, sino que esa grafía se hace pintando con compuestos químicos reductores que donan sus electrones al haluro de plata. Un quimigrama se puede hacer pintando la película fotográfica con agentes de revelado, pero también se puede hacer usando otros compuestos reductores. Uno de los más comunes son los extractos de plantas, que como son ricas en compuestos químicos fenólicos y terpenos, actúan como agentes de revelado reduciendo la plata. Así, una flor o una rama, apretada contra una película fotográfica, dejará una impresión permanente pintada con su propia química.