Sergio Illescas y Mario-Paul Martínez

Ilustradores: Shiroug Idris, Eusebio Nsue Nsue Asue, Gabriel Castillo, Zainab Fasiki y Frank Xarate

Editorial: Dolmen

Año de publicación original: 2025

La noche del 24 de junio de 2022, cerca de 1.600 migrantes bajaron del monte Gurugú, la colina que separa la ciudad de Melilla de la de Nador, en Marruecos, con intención de saltar la valla fronteriza terrestre que separa África de Europa. Aquel salto masivo acabó con dos enfrentamientos.

El primero sucedió al instante. La policía marroquí reprimió con fuerza el intento ilegal de entrar en Europa. Su violencia acabó con decenas de personas, migrantes subsaharianos que llevaban meses en algunos casos recorriendo África en busca de un futuro mejor y varias semanas escondidos en lo alto del monte, sin comida ni abrigo, esperando el momento adecuado para cruzar.

Se les condenaba a morir sin ser nadie. A desaparecer

El segundo enfrentamiento sucedió días después, no supuso derramamiento de sangre pero fue igual de doloroso. Ante las terribles imágenes captadas por los propios migrantes, decenas de cadáveres tirados en el suelo, golpeados y ensangrentados, y las pertinentes denuncias de las organizaciones no gubernamentales que exigían el cumplimiento de los derechos humanos, la respuesta oficial fue vergonzosa.

Se redujeron cifras de heridos y muertos, se minimizó lo ocurrido, se esquivaron responsabilidades y se culpó de todo a los migrantes y a las mafias clandestinas. Se les condenaba, en definitiva, a morir sin ser nadie. A desaparecer.

Las historias de los Nadie

El periodista Sergio Illescas fue uno de los que, desde la redacción de laSexta Noticias, en Madrid, siguió toda aquella tragedia e informó dentro de lo que pudo. Pero 20 días después aprovechó un voluntariado en Melilla que tenía ya organizado para seguir investigando y encontrar supervivientes de aquel salto.

Una de las masacres más terribles de la historia moderna de las fronteras

Con lo que se encontró fue con decenas de hombres traumatizados, testigos de una de las masacres más terribles de la historia moderna de las fronteras. Personas que perdieron a familiares, a amigos, en su intento de conseguir sus sueños, de buscar, simplemente, algo mejor que lo que dejaban atrás.

Illescas se interesó por sus nombres, por cómo habían llegado hasta allí. De qué escapaban, cómo fue el viaje, quién se aprovechó de ellos y qué esperaban encontrar en Europa. Sus voces resultaron ser tan humanas como las nuestras. Y merecen ser escuchadas. Allí surgió la serie de reportajes titulada también 'Los Nadie', emitida en laSexta Noticias.

Del drama al papel

Meses después, con ayuda del ilustrador Mario-Paul Martínez, Illescas decidió convertir todas aquellas historias en una novela gráfica. Para ilustrar las vidas de cinco de los que murieron en la valla ha contado con cinco ilustradores de cinco nacionalidades distintas, todos con raíces africanas.

Eusebio Nsue (Guinea Ecuatorial), Gabriel Castillo (República Dominicana), Shiroug Idris (Sudán), Zainab Faiki (Marruecos), y Frank Xarate (Colombia), ponen imagen y color (mucho color) a la vida de Myasar, Abdul Rahim, Abdelaziz, Mohamed y Bishara Ibrahim. Aquellos "nadie" que estuvieron cerca de morir sin nombre y que yacen enterrados en el cementerio de Nador bajo una lápida con un número y una fecha.

Una tragedia ocurrida en la orilla de nuestro propio país

El resultado es Los Nadie, una novela gráfica dolorosamente emocionante, en la que, siguiendo la senda que abrió Joe Sacco, utiliza las ilustraciones para hablar de algo terriblemente real. Esta novela gráfica documental pone nombre y apellidos a una tragedia ocurrida en la orilla de nuestro propio país y, además, muestra el respeto que merece toda persona que arriesga su vida por tratar de mejorar su presente.

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