Federico García Lorca
Editorial: Ya lo dijo Casimiro Parker
Año de publicación original: 1978
Fue la influencia de Calderón de la Barca lo que hizo que Federico García Lorcabarajara el nombre de El sueño de la vidapara una comedia en la que estaba trabajando en el verano del 36. Una obra vanguardista y revolucionaria en la que convertía en escenario el teatro al completo, transformando a espectadores, tramoyistas, apuntador y hasta al propio autor del texto en actores.
Una obra que se abría con un parlamento del autor en el que algún pasaje, leído con las gafas del tiempo transcurrido, adquiere nuevas dimensiones: "¿Por que, si creéis en Dios, y yo creo, por qué tenéis miedo a la muerte? Y si creéis en la muerte, ¿por qué esa crueldad, ese desapego al terrible dolor de vuestros semejantes?".
"Si creéis en la muerte, ¿por qué esa crueldad, ese desapego al terrible dolor de vuestros semejantes?"
En ese primer acto de la obra sin nombre, el único que se conserva, Lorca demuestra una habilidad increíble para manejar todos los elementos de un teatro. Para involucrar a los espectadores, increpados desde el primer instante y a los que el propio autor les da voz en el texto, para oponerse a lo que propone la obra, para refrendarlo, para comentarlo también. Y donde la acción surge fuera del edificio donde se representa la obra (una revolución) y arrasa con la misma, público incluido.
En el texto se ve no solo la intención de superar las barreas del teatro clásico, sino también la capacidad para representar la agitación de aquel año, las revueltas violentas que se daban en la calle y la violencia desatada que acabó por quitarle la vida a Federico y arrastrar al país a sus años más oscuros.
'Los sueños de mi prima Aurelia'
Ese mismo verano, en 1936, el poeta trabajaba también en otra comedia perteneciente a las crónicas granadinas, como Doña Rosita la soltera, estrenada el año anterior. Con el título de Los sueños de mi prima Aurelia, Lorca utilizó este texto para rememorar su infancia en Granada, rodeado de mujeres.
Solo llegó a escribir un primer acto en el que tres sexagenarias charlaban con Aurelia, una joven idealista y soñadora que se negaba a casarse con los rudos e ignorantes hombres del pueblo. Apasionada de las novelas y el teatro, Aurelia anhelaba una vida que el destino no tenía previsto para ella.
"Me llamo Federico García Lorca", explica el niño. Y algo oscuro y profundo agarra el alma del lector
En un momento dado, aparece en escena un niño lleno de gracia y labia, que canta coplas y tira de sorna para llamar la atención de su adorada prima Aurelia. "¿Cómo te llamas, hijo?", le pegunta una mujer. "Díselo", le incita su prima. "¿Si te lo digo te vas?", le pregunta retador el niño. "¡Ay, qué gracia!", dice incómoda la mujer. "Me llamo Federico García Lorca", explica el niño. Y algo oscuro y profundo agarra el alma del lector.
¿Cómo puede un nombre tan grande caberle a un niño tan pequeño? ¿Cómo un presente tan sencillo y humilde como el de la infancia puede dar cabina a un futuro infinito como el de Lorca? ¿Por qué el poeta se puso a dibujar los recuerdos de su propio pasado justo el verano en el que le quitaron la vida?
La obra de Lorca, al completo
Estas dos obras inacabadas conforman el volumen Teatro inconcluso. Uno de los títulos que la editorial Ya lo dijo Casimiro Parker acaba de publicar en una precisa colección que recoge toda la dramaturgia completa del autor de Bodas de sangre.
Es la segunda parte de una iniciativa loable de esta editorial que, en 2024, ya publicó toda la obra poética de Federico García Lorca, desde su primer Libro de poemas hasta los Sonetos del amor oscuro, pasando por el Romancero gitano o Poeta en Nueva York.
La vida sin el poeta
En este pequeño volumen en el que se pueden leer posiblemente los dos actos menos conocidos del teatro de García Lorca, nos asomamos a un reflejo de su talento. Una mínima muestra, suficiente como para deslumbrarnos por su capacidad tanto para romper reglas establecidas como para captar la esencia de la Andalucía de su época.
Una mirada amplia y audaz, dibujada con unos simples y rápidos trazos, de una profundidad y un calado hondo, como es la obra del granadino. En tan solo 38 años fue capaz de desarrollar un corpus literario en el que la simpleza de la forma no impedía la profundidad del fondo. Es más, lo acrecentaba.
La muerte, violenta y cobarde nos robó algunas de las páginas más increíbles de la historia de la literatura
Leer este Teatro inconcluso es asomarse al terrible dolor de la pérdida del poeta. Es echar un ojo al libro infinito de lo que pudo haber sidode no haber sido asesinado. Es inundarse de pena por la sencilla posibilidad de la obra maestra jamás parida. La muerte, violenta y cobarde nos robó algunas de las páginas más increíbles de la historia de la literatura.
La vida, en cambio, llena de terror y sombras, nos dejó un finito conjunto de frases que nadie podrá arrebatarnos ya jamás. Poemas y obras de teatro que nos servirán de refugio, consuelo y trinchera para toda la eternidad. Disfrutemos pues de lo que nos ofreció la vida de Federico García Lorca.
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