El Hotel Reina Cristina, en el centro de Granada, fue en su día la casa de la familia Rosales, conocida como Casa Rosales. Este es el lugar que Federico García Lorca eligió para esconderse cuando comenzó a sentir que las tropas franquistas, recién sublevadas, comenzaban a centrarse en él. Lo cuenta para laSexta Carlos Mayoral, periodista y autor de la novela 'Yo no maté a Federico' (Espasa, 2022) durante unrecorrido por la Granada del poeta.

Corría agosto de 1936 y Lorca decidió refugiarse en la Casa Rosales por ser una respetada familia falangista con mucho mando e influencia en la ciudad. Lo consideraba un lugar seguro, pero se equivocó. Un grupo de hombres aguardó a que Luis Rosales, íntimo amigo del poeta, saliera de la casa para entrar y detenerlo.

Fue la madre de la familia Rosales, la que ante la entrada de ese grupo de hombres se plantó y les cortó el paso diciendo: "Mientras no esté mi hijo, Federico no sale de aquí". Lo explica el actual director del Hotel Reina Cristina, Federico Jiménez, quien luego detalla: "No pudo mantener el pulso y lo sacan, ya detenido, a la calle Angulo para ser conducido al gobierno civil en la calle Duquesa. Esta es la última estancia en la que está Federico".

Tras llevárselo de lasede del gobierno civil, acabó siendo fusilado en Víznar y posteriormente arrojado a una fosa común la noche del 18 de agosto de 1936.