José Antonio Marina

Editorial: Ariel

Año de publicación original: 2025

Hay un periodista de divulgación científica, David Robson, que tiene un amigo. Su amigo es un ferviente seguidor de la astrología y lee a diario su horóscopo. Niega que los gases de CFC hayan causado un agujero en la capa de ozono, que el hombre haya provocado el cambio climático y que el virus del VIH cause el sida. Y además está convencido de que hace años fue abducido por extraterrestre que le borraron la memoria y por eso no recuerda bien qué pasó.

Todos nos hemos hecho una idea preconcebida de cómo es ese amigo de David Robson. Un tipo crédulo y obstinado, incapaz de atender a razones, cabezota, alejado de la ciencia y del racionamiento deductivo. Sorprende, y mucho, saber que el amigo de David Robson es Kary Mullis, premio Nobel de Química en 1993 por sus contribuciones en el desarrollo de métodos químicos basados en el ADN.

La especie humana está diseñada de manera imperfecta y nuestro cerebro nos lleva una y otra vez a cometer los mismos errores

Este ejemplo que pone José Antonio Marina en su magnífico ensayo La vacuna contra la insensatezes perfecto para hacernos ver que la inteligencia no está reñida con la estupidez. Que tener un gran cociente intelectual no te hace inmune a ser tonto. Porque la especie humana está diseñada de manera imperfecta y nuestro cerebro nos lleva una y otra vez a cometer los mismos errores.

Una querencia que es de sobra conocida. Tanto que muchos grupos la utilizan en su propio beneficio, para manipularnos, condicionar nuestra memoria, infectar nuestro raciocinio y corrompernos, finalmente. Así terminamos realizando acciones que van contra el sentido común y la inteligencia y ponen en peligro a nuestra propia especie.

De Goebbles a Trump

Porque si ya de por sí tenemos la posibilidad de alcanzar altas cotas de estupidez de manera individual, cuando nos convertimos en masa somos todavía más tontos e irracionales. Los controles de responsabilidad sobre nuestros actos que nuestro cerebro ejerce se diluyen si actuamos en conjunto. Por no hablar por la fascinación que nos genera el poder.

Estos detalles de nuestro cerebro, esas trampas de la evolución que nos han servido como especie para ser más fuertes y sobrevivir en entornos hostiles, han sido siempre utilizadas por las élites poderosas. Pero lo más llamativo es que, a pesar de los años, los estudios que han analizado estas técnicas de persuasión y el pasado histórico que todos conocemos, seguimos cayendo.

Trump utiliza las mismas tácticas que utilizó Goebbles y tomarlo a broma sería un severo error

Por poner solo algunos ejemplos, ¿les suena esto? El sesgo de anclaje, que consiste en decir algo disparatado al principio del debate, aunque luego te desdigas, para influir en el resto de la conversación porque cualquier propuesta sonara sensata comparada con la primera; desacreditar primero a las instituciones que puedan desacreditarte a ti, para salir inmune cuando finalmente lo hagan; repetir una idea tanto que termine formándose un espejismo de verdad.

Trumputiliza las mismas tácticas que utilizó Goebbles y tomarlo a broma sería un severo error. Los nazis fueron capaces de convencer a más de la mitad de la sociedad alemana para cometer verdaderas atrocidades contra la humanidad. Anularon la capacidad crítica del individuo, la racionalidad y asumieron proyectos que iban claramente contra sí mismos. 90 años después, estamos repitiendo los mismos patrones.

Cómo vacunarse contra la insensatez

Para combatir esta querencia hacia la insensatez, el filósofo e investigador José Antonio Marina ha publicado este apasionante y entretenidísimo libro. Un tratado de inmunología mental, como apunta su subtítulo, que pretende dotarnos de mecanismos para detectar los actos insensatos y poder corregirlos a tiempo.

Y tan preocupado está por la deriva que está tomando la realidad que antes de que se terminara de imprimir el libro quiso añadirle un interesantísimo prólogo de urgencia, para analizar lo pertinente de un libro como este tras la nueva victoria del magnate en las elecciones de Estados Unidos y su deriva internacional.

Además, este libro no es solo un repaso a nuestras debilidades y los riesgos que corremos, sino también un manual para no caer en estos errores, para detectar esas tácticas que pretenden corrompernos y un mapa para saber escapar de estos laberintos en los que nos meten quienes quieren sacar partido.

La vacuna contra la insensatez es un libro terriblemente ameno, con continuos ejemplos y constantes citas de otros autores

Pero que no les asuste el contenido, La vacuna contra la insensatezes un libro terriblemente ameno, con continuos ejemplos y constantes citas de otros autores. "Pongo muchas citas porque es como fichar en el trabajo: un testimonio de las horas empleadas", dice el autor en un momento dado.

Marina es una de las voces más balsámicas que poder escuchar en el ruido de las novedades literarias. Y nos está avisando: "La realidad no interesa, todo es discurso y quien se adueñe de él se adueña de la realidad". Seamos conscientes de la trampa y no lo permitamos.

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