Pino Aprile

Traductor: Juan Manuel Salmerón

Editorial: Gatopardo ensayo

Año de publicación original: 2022

La inteligencia ha tirado de nosotros, los homo sapiens sapiens. Gracias a ella nos convertimos en la especia dominante. No teníamos excesiva fuerza, ni gran número, ni mejores condiciones físicas para los territorios más expuestos y, sin embargo, lo conquistamos todo. Llegamos incluso a conseguir que otras especies se extinguieran. Arrasamos.

Es posible que hayamos tocado techo y que, a partir de ahora, la inteligencia ya no nos sea útil

La inteligencia fue clave en nuestra expansión y en nuestra vida y por tanto la evolución de nuestra especie le dio prioridad. Puesto que gracias a la inteligencia sobrevivíamos, se amplió el tamaño de nuestro cráneo y nuestras capacidades mentales para asegurarnos el futuro.

Pero puede que hayamos llegado al límite. Dominamos el mundo, nos hemos expandido hasta más allá de los límites del planeta y nos hemos reproducido sobre manera. Tanto que es posible que hayamos tocado techo y que, a partir de ahora, la inteligencia ya no nos sea útil.

Mejor tonto vivo que listo muerto

Esa es la premisa de la que parte el periodista italiano (y personaje inclasificable) Pino Aprile en Nuevo elogio del imbécil. Un libro que parió allá cuando el siglo XX daba sus últimos coletazos. Entonces, asustado por la proliferación de imbéciles a su alrededor, pergeñó una teoría evolutiva terriblemente atrevida.

Según esta teoría, la estupidez sería una estrategia adaptativa de nuestra especie. Una manera de mantener la expansión de la población en un límite seguro. Porque si todos fuéramos inteligentes la vida se extinguiría. Primero porque, está demostrado, cuanto más desarrollada es una sociedad, cuando mejor calidad de vida tienen y sus estudios son más altos, la natalidad se reduce exponencialmente.

L|||La especie crea sistemas sociales que persiguen la inteligencia: el listo no se deja llevar, el tonto es manejable.

En cambio, en sociedades primitivas o menos desarrolladas, la natalidad no es nunca un problema. Y la especie, lo que busca, como todas las especies, es su supervivencia. Asegurarse estar sobre la faz de la tierra en los próximos años. Para ello hay que evitar que todo el mundo se desarrolle intelectualmente y se olvide de procrear.

Y segundo porque el inteligente es audaz, capta la injusticia y se enfrenta a ella. Es valiente y se pone en riesgo constantemente. Y la evolución tiene muy clara una cosa: vale más un tonto vivo que mil inteligentes muertos.

¿Pero cómo lo hace? ¿Cómo consigue la especie limitar y penalizar al inteligente? Muy sencillo, creando sistemas sociales que le persiguen: alguien que piensa por sí mismo es peligroso para un sistema social jerárquico. El listo busca nuevos caminos y no se deja llevar. El tonto, en cambio, acata órdenes y repite lo que le ha funcionado a otros. Es manejable. Es selección cultural.

Un nuevo elogio del imbécil

Ahora, Pino Aprile ha decidido actualizar este ensayo que fue tremendamente popular en Italia y en otros países como el nuestro hace más de 25 años. La respuesta de parte de la sociedad a la pandemia del Covid-19, los antivacunas, los terraplanistas, el auge de la extrema derecha en todo el planeta e incluso el nuevo triunfo de Trump en Estados Unidos le ha dicho al autor que había llegado la hora de volver sobre sus ideas.

Nuevo elogio del imbécil mantiene la forma de aquel Elogio del imbécil, precediendo cada capítulo de las cartas que le envía un filósofo austríaco que refuta y echa por tierra cada uno de sus planteamientos. Por tanto, esta nueva obra viene a ser una reedición de aquel texto, adaptándolo a la realidad actual y con algún que otro ejemplo que ha ocurrido en estos años.

Una teoría revolucionaria

Estas alocadas teorías están defendidas con datos y citas múltiples por Pino Aprile. Se puede decir que estamos hablando de un texto riguroso, de una teoría seria sobre la evolución de la especie humana que imagina un futuro donde la estulticia y la insensatez sean no solo comunes, sino incluso necesarias.

L|||Más allá de tener razón, lo que pretende Pino Aprile es hacernos pensar y no sentirnos culpables por ello

Pero el tono del texto contrasta y mucho con el fondo del mismo. Es cuando menos curioso considerar que el rasgo que nos ha hecho poderosos se convierta, con el paso de los años, en nuestro mayor enemigo. Da la sensación al leer Nuevo elogio del imbécil, que Aprile tuvo una idea audaz que decidió seguir para ver hasta dónde era capaz de hacerla llegar.

Es decir, cuesta creer que el propio autor se tome en serio sus ideas. Pero el caso es que en el libro, lo hace. Y con ello lleva al lector a plantearse la realidad que le rodea, e incluso a mirar a su prójimo con otros ojos. Quizás con la mirada de quien ve en su enemigo a una víctima de la teoría de la evolución, nada más.

Y esa es sin duda, su victoria. Porque más allá de tener razón, seguro que lo que pretende Pino Aprile con su Nuevo elogio del imbécil es hacernos pensar. Y no sentirnos culpables por ello.

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