A Jordi Évole le ha sido muy difícil encontrar un centro de gestión privada para hablar y a trabajadores del mismo. Según Alicia Juan, Auxiliar de enfermería del Hospital de Manises, es “por el miedo por la reacciones que pueda tener la empresa en contra del trabajador”.

El periodista quiere saber si el hecho de que una empresa quiera obtener beneficio puede ir en detrimento del servicio que se le puede dar al usuario. En el privado hay menos servicio sanitario y “va en detrimento de la asistencia sanitaria y personal que un profesional sanitario tiene que dar a una persona enferma”, explica Alicia.

A la hora del material sanitario, Artur Royo, médico de familia del centro de salud de Pego asegura que “la medicación del botiquín se ha reducido drásticamente”.

José María Paricio, ex jefe de pediatría del hospital de Denia comenta que fueron a sondar a un recién nacido y no había catete para él. “Habían comprado miles de sondas que no se van a utilizar porque lo habían traído amigos suyos que gestionaban otras cosas”.

Hay situaciones en las que los médicos cobran incentivos. Por ejemplo “un médico responsable de un ingreso en urgencias cobra más si no hospitaliza a un paciente”, asegura Artur. La política de empresa es un problema porque “está incentivando que si doy muchas altas voy a cobrar a fin de mes más”.

Los trabajadores se enteran de los incentivos porque el hospital les pasa un e-mail informando de la política de incentivos con los objetivos que tienen que cumplir para cobrarlos. Alicia asegura que “la empresa nos dice que los pacientes no son pacientes, son clientes”.

El perfil del médico que trabaja en un centro de gestión privada “no es necesariamente diferente” al de un médico que trabaja en un centro de gestión 100% pública, comenta Artur. Lo que sí es verdad es “que la empresa elige determinados perfiles que tengan rentabilidad económica como las áreas quirúrgicas y traumatólogas. No les interesan los pacientes crónicos porque son muy caros”.

Se dice que un paciente cuesta más en un hospital de gestión pública pero el médico de familia asegura que “eso no es cierto”. Cobran un 30% menos por pacientes pero “un 25% más de gastos de administración”. La gestión privada no es más barata. “Es mentira porque si fuera verdad estarían los números en los periódicos y no están”.

Además, hay muchos más altos cargos en un hospital gestionado de forma privada “hay más gente con corbata que con bata”, dice Artur.

Si no se tiene cuidado, “vamos a ir a que nuestro gobernantes vendan la gestión de la sanidad pública a empresas privadas, y eso no es la solución”, comenta José María.