“La consulta se hará, de una forma o de otra y siempre de acuerdo con un marco legal”, asevera el president de la Generalitat. Partiendo de esta premisa, Artur Mas explica que habría tres formas de hacer eso: “Una, negociada y acordada con vosotros sabiendo que estamos haciendo una consulta, no estamos tomando una decisión última y definitiva con consecuencias jurídicas inmediatas”.

“Otra, una consulta de acuerdo con una ley específica del Parlamento catalán que nos permitiera conocer sobre la pregunta ya acordada cuál es la opinión de la sociedad catalana y que el Estado central ahí no intervenga”, que sería para Mas la segunda opción

Y otra la  tercera “si ninguna de estas dos es posible, como aquí hay ganas de hacer esta consulta, compromiso y una voluntad muy transversal en este sentido, cuando haya elecciones en Cataluña para configurar el Parlamento catalán, mucha gente va a convertir estas elecciones en una consulta”.

A Felipe González este planteamiento, lo que se llama elecciones plebiscitarias, le parece “catastrófico”. “Es el recurso de decir, ‘bueno, no hay programas que diferencien las alternativas políticas, solo hay la simplificación de una pregunta de SI o NO a la independencia’. Y esto creo yo que es, para la política de centralidad de Cataluña, una catástrofe sin paliativos”, asevera.

Jordi Évole pregunta a Artur Mas si se olvidaría de la consulta si a cambio le dijeran “te doy el pacto fiscal”. “No voy a aceptar eso”, sentencia el president de Generalitat . “Si el presidente Mas dijera ‘de acuerdo’ yo estaría en contra. Para llegar de verdad a una política fiscal que respecte el equilibrio y la solidaridad, hay que ponerse de acuerdo en serio. No te cambio esa estampita por esta otra” considera Felipe González.