El abogado de Zaida, Antonio Suárez-Valdés, cuenta que la capitán Cantera contactó con su despacho a principios del año 2010 y les transmitió lo que a la postre iba a ser una situación de acoso tanto sexual como laboral de libro. "Nos relata una serie de hechos que ya desde el primer momento hace saltar la alarma de que en ese caso iba a haber algo... Iba a haber algo gordo. Este juicio fue como un terremoto en el ámbito de las Fuerzas Armadas", comenta.

El abogado explica que la estrategia de la defensa de Lezcano-Mújica fue sorprendente en el caso y estaba muy enraizada en el concepto que tienen los acosadores con relación a su víctima. "Lo que defendía Lezcano-Mújica era que la que tenía la culpa... Que la acosadora era la capitán Cantera", comenta.

Sin embargo, a pesar de estar siendo acusado por los hechos y ser condenado a dos años y 10 meses de cárcel, el teniente coronel Lezcano-Mújica fue ascendido. "Fue inaudito que el teniente coronel Lezcano ascendiera el empleo de coronel, porque al empleo de coronel nada más que se puede ascender por elección. Se asciende a dedo. Ha tenido que haber un militar que, sabiendo, porque sabía que el teniente coronel Lezcano estaba acusado de un delito militar de trato degradante a una subordinada, de acoso sexual y de haberla agredido finalmente tuvo a bien considerar que este hombre era merecedor de ser ascendido a coronel por elección", explica el abogado de Zaida.