Los hechos han tenido lugar cuando el cuerpo policial fue alertado de que un perro de raza dálmata se encontraba en el interior de un coche en los aparcamientos de El Faro, según ha informado la Policía Local de Badajoz en nota de prensa.

Dicho vehículo estaba a "pleno" sol, con "altísimas" temperaturas, con las puertas y ventanas del coche "completamente" cerradas. Unos factores por los que el animal presentaba "síntomas" de asfixia.

Por todo ello, se desplazó hasta el lugar de los hechos "rápidamente" una dotación motorista de la Policía Local y ante la situación de "gravedad" que presentaba el animal, temer por la vida del mismo y al no localizar al propietario, se optó por romper los cristales del turismo.

Posteriormente, se personó en el lugar su dueña, de nacionalidad portuguesa de 56 años de edad, la cual manifestó que estaba realizando compras en el interior del centro comercial y no había calculado el tiempo de las mismas.

Además, en dicha zona, hizo acto de presencia un veterinario de la Clínica Clinivex, que se hizo cargo del perro, siendo trasladado a dicha clínica donde el veterinario consiguió bajarle la temperatura de 42 a 38,5 grados, con "casi" pérdida de consciencia y letargia.

Tras una hora de atenciones el animal fue estabilizado, encontrándose "tranquilo pero a la vez asustado". Por todo ello, la propietaria del dálmata se enfrenta a un presunto delito leve de maltrato animal, castigado con una pena de multa de uno a seis meses.

No obstante, los agentes policiales también han denunciado los hechos por la Ley 5/2002 de protección de animales de Extremadura, para que en el caso de que no prospere la vía judicial, entre la administración al ser infracción "muy grave", que puede conllevar una multa de 1.501 a 15.025 euros.