El informe pericial que investiga la muerte de dos menores de edad en un ascensor de Madrid determina que no fue el suelo de la cabina lo que se desplomó, sino que se trata de la cristalera. Este elemento estaría mal anclado, posiblemente de fábrica.

El juez de instrucción número 23 de Madrid ha abierto diligencias previas para investigar la muerte de los dos jóvenes. El instructor ha solicitado el informe de las autopsias de los cadáveres de los jóvenes, cuyos cuerpos están en el Anatómico Forense después del suceso registrado en el edificio del número 4 de la calle Hermanos Bécquer.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha trasladado su "profundo pesar" a la familia de los dos menores fallecidos y ha explicado que el ascensor se había revisado en agosto de 2015.

La dirigente popular ha explicado que en este caso el ascensor tenía que pasar una revisión cada cuatro años y que fue revisado en agosto de 2015. Además, en abril se había sometido a una revisión de mantenimiento. Según ha relatado, quien se encarga de estas revisiones son unos organismos de control acreditados por una entidad nacional y lo que hay que ver ahora es qué ha fallado.