El arrestado, además, obtenía imágenes tipo "candid", tomadas al descuido y con claras connotaciones sexuales, de sus alumnas, en particular de una de ellas con la que mostraba una especial obsesión y a la que dedicó una carpeta con su nombre, si bien no llegó a compartir estas fotografías.

Tras las primeras pesquisas se pudo comprobar que tanto la dirección de correo electrónico como la cuenta de almacenamiento investigadas tenían conexiones procedentes del territorio español. Desde esta plataforma el arrestado podía almacenar y sincronizar archivos en línea y entre ordenadores, de manera que permitía compartir las carpetas que contenían las imágenes pedófilas con otros usuarios.

Una vez, establecida la identidad del titular de la conexión desde la que se estaban distribuyendo los archivos de abuso infantil, se pudo constatar que se trataba de un ciudadano de nacionalidad británica, nacido en la ciudad de Manchester, que podría residir en un municipio sevillano.

Sin embargo, las comprobaciones realizadas posteriormente confirmaron que ya no vivía allí, por lo que se fue siguiendo su pista por varias localidades andaluzas hasta llegar a su domicilio actual, en la capital vallisoletana.

Cuando ya estuvo localizado, se solicitó de forma urgente a la autoridad judicial el registro de su domicilio, donde los investigadores intervinieron gran cantidad de archivos de contenido sexual explícito entre menores.

Entre el material localizado había también multitud de imágenes de carácter erótico tipo "candid", obtenidas por él mismo de sus alumnas menores de edad, que no habían sido compartidas por el arrestado.