Si uno viaja por Europa en Navidad se encontrará con que las tradiciones del viejo continente son de lo más peculiares. En Noruega existe la creencia de que el día de Nochebuena brujas y espíritus malignos sobrevuelan las casas. Si uno viaja al país durante estas fiestas debe ir prevenido. Para evitar que puedan acosar las brujas y espíritus a los ciudadanos noruegos, estos esconden las escobas de sus casas, para así evitar que vuelen alrededor de los domicilios.

Reino Unido también cuenta con sus propias tradiciones navideñas. Un dato llamativo es que siete de cada diez perros británicos reciben un regalo por Navidad. Mala época para viajar con nuestra mascota a Gran Bretaña. Sin embargo, la tradición británica más peculiar consiste en pedir un deseo mientras se bate el tradicional budín, un postre inglés similar al pudín.

De tradiciones culinarias también viven los eslovacos y ucranianos en Navidad. En ambos países es habitual que el padre de familia lance una cuchara llena de comida al aire antes de dar comienzo al banquete. Cuanto más quede manchado el techo en Ucrania y Eslovaquia creen que será un mejor año.

De Italia es conocida la tradición de comer lentejas en fin de año, pero no es la única. Los niños italianos, en lugar de esperar a los Reyes Magos, aguardan la venida de la Befara, una anciana generosa que no pudo indicar a los Reyes de Oriente el camino hacia Belén, pero que llena de generosidad decidió seguirles. Aunque se decidió tarde, la Befara recorre los rincones buscando a los reyes y al Mesías dejando regalos a los niños del mundo.

En el continente latinoamericano encontramos tradiciones igual o más curiosas que las europeas. En Guatemala, desde hace varios siglos, celebran la Quema del Diablo el día 7 de diciembre para dar la bienvenida al periodo navideño. Las familias hacen limpieza y sacan de casa todos los objetos viejos y rotos, símbolos de maldad, y los amontonan junto a una figura diabólica. Después de quemarlos barren la casa con una escoba de paja y la bañan en agua bendita para asegurar el descenso del diablo a los infiernos.

Aunque en el continente asiático el cristianismo no es la religión mayoritaria, algunos países cuentan con sus tradiciones para estas fechas. Los japoneses celebran la comida de Navidad en la cadena de comida rápida KFC. El restaurante americano inició una campaña navideña en la isla nipona que cautivó a los ciudadanos y estos instauraron como tradición navideña comer en el KFC. Además, si uno quiere felicitar las fiestas a un japonés tiene que tener cuidado con el color de la tarjeta navideña. Las cartas rojas, color navideño por excelencia en occidente, se usan en Japón para manifestar las condolencias por la muerte de un ser querido.